La contribución de la Policía Local de Vila-real a la investigación del cáncer de próstata ha sido determinante para obtener los primeros resultados fiables de una investigación pionera en la Comunitat Valenciana que cuenta con la colaboración de la Unidad Canina (UCAN) desde hace aproximadamente dos años.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez; el comisario de la Policía Local, Domingo Adán; el oficial de la UCAN, Alejandro Monferrer; la investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, de Valencia, Alba Loras, y el jefe de la unidad canina de la Asociación de Cáncer en Personas y Detección Olfativa Canina (CDOC), Salvador López, dieron a conocer el proceso hasta la consecución de los primeros resultados.

La investigadora Alba Loras indicó que este proyecto «es singular, ya que integra a los perros en la investigación, pero no como objeto de la misma, sino como parte del equipo, ellos son un investigador más». Asimismo, explicó que se halló una evidencia científica que permitía diferenciar, mediante el olfateo de una muestra de orina, los pacientes que tienen cáncer de los que no. «El cáncer de próstata es el segundo más común en los hombres en todo el mundo y se detecta por una proteína en sangre que también a veces se manifiesta en otras enfermedades diferentes al cáncer, que son realmente frecuentes», añadió.

En este sentido, relata que «en cuanto se detecta esta proteína todos los afectados se someten a una biopsia de próstata, un método muy invasivo que en el 70% de los casos determina que el paciente no padece cáncer». «Se trata de evitar que las personas pasen por esta prueba, si antes se ha detectado en la orina algún marcador distinto y eso es lo que hemos investigado», indicó.

Para el proyecto se ha contado también con la colaboración de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y el estudio ha combinado tanto las muestras de laboratorio, como la técnica de presentarles a los animales estas más de 1.000 muestras. «La perra que hemos utilizado ha acertado en el 100% de los casos», asegura. Esta primera fase, ya finalizada, continúa ahora con un segundo período en el que se analizan las muestras marcadas para identificar el compuesto que las diferencia del resto.

«El factor humano ha sido vital, tanto por parte de los investigadores, como de la UCAN de Vila-real, que nos ha aportado todos sus conocimientos para conseguir que el trabajo con los perros sea menos complicado de lo que ya es, debido a que las muestras suelen estar muy contaminadas de olores y sustancias y no es fácil», afirma López, quien recordó que la asociación a la que representa no tiene ánimo de lucro y «nace de la impotencia de haber perdido a familiares por esta enfermedad».

Además, se mostró muy satisfecho por los resultados. «De los falsos negativos y positivos que detectó nuestra perra, a todos se les hace seguimiento y, concretamente, tres personas que se hicieron una biopsia para contrastar resultados comprobaron que el animal tenía razón», apunta. «Aquellos que tienen un falso positivo no significa que los médicos se hayan equivocado, sino que posiblemente se ha detectado en una fase muy temprana, por eso vamos a seguir muy de cerca su evolución, para sacar conclusiones», apuntó.

«Ha sido muy gratificante para nuestra Unidad Canina colaborar en un proyecto de este tipo y esperamos que pueda seguir dando frutos tan positivos para la investigación», concluyó el comisario Adán.