«A lo largo de la historia el ser humano ha inventado sistemas para obtener agua de algún modo: canales, pozos, etc. Nosotros hemos querido ir un paso más allá». Ángela Clemente es graduada en Ingeniería en Tecnologías Industriales y colaboradora de Fontivent junto con David Molinós, ingeniero forestal y creador del proyecto. Se les ocurrió la idea de concebir un sistema de obtención de agua al ver que la escasez es cada vez mayor.

Se dieron cuenta de que se daba una enorme paradoja porque esta escasez contrasta con la cantidad de agua que hay en nuestra atmósfera. Se calcula que casi 13.000 quilómetros cúbicos de agua rodean nuestro planeta. «En un quilómetro cúbico de nube hay 551 toneladas de agua», contaba Molinós. Para ellos tenia que haber alguna manera de conseguir el líquido mediante un sistema que, además, no necesitase energía externa para funcionar. Es decir, electricidad o algún tipo de combustible. La página web del proyecto es www.fontivent.org.

Después de «un largo proceso de ensayo y error» presentaron su máquina en la sede de la asociación Amics de Palanques, una entidad dedicada a emprender proyectos socioambientales y con una especial inquietud por las energías renovables.

La máquina se aprovecha de la condensación de la humedad en el aire para obtener el agua. Una gran turbina utiliza la energía eólica para comprimir un gas refrigerante («similar al del sistema de refrigeración de un coche»). El gas está en un circuito de compresión compuesto por un evaporador, un condensador y una válvula de expansión. Con la energía que comprime el refrigerante se logra un frío que condensa el agua en el evaporador. Las gotas que surgen de él caen en una canaleta conectada a un depósito.

De momento, este primer prototipo ha conseguido generar cinco litros al día «en un ambiente seco». Ya está en marcha el segundo prototipo, que se espera instalar en un ambiente natural «más benévolo» para su funcionamiento. Se espera que Fontivent sirva para obtener agua en zonas geográficas lejanas a puntos de agua dulce.

«El agua que se consigue con la máquina es una destilada como la que se puede comprar en cualquier supermercado», comenta Molinós. Las aplicaciones para las que se ha ideado Fontivent son más bien para abrevaderos de granjas o balsas de incendios que para beberla. «Aunque se puede beber perfectamente siempre que haya pasado por un proceso previo de potabilización», aseguran sus creadores.

Colaboración con la UJI

En este momento se encuentran en un punto en el que necesitan financiación y dar a conocer el proyecto. Por eso han abierto un concurso para alumnos de la Universitat Jaume I. Se llama 'Emprende Fontivent' y cuenta con las categorías 'Mejor aportación a Fontivent' y 'Mejor idea que resuelve una necesidad social actual' Ambas tienen premios en metálico para los ganadores. Para poder participar se tiene que entrar a www.fontivent.org/concurso.