«Carmen tiene un potencial enorme y todavía no ha llegado a su límite». Esta declaración de Pepe Ortuño, director técnico del Playas de Castellón, podría haber introducido cualquier reportaje sobre Carmen Ramos en los últimos años. Hubiera servido, por ejemplo, para presentar a una prometedora campeona cadete de lanzamiento de peso en pista cubierta, título nacional que obtuvo en 2013. Su vigencia seguiría intacta de haber encabezado un texto similar en 2015, cuando logró la mejor marca del heptatlón español juvenil. Y, desde luego, la frase de Ortuño sigue describiendo con precisión quirúrgica a la atleta benicense, que batió el récord absoluto en heptatlón durante el pasado Nacional sub-23.

Han pasado varios días desde que Ramos fuera la primera en superar la barrera de los 5.900 puntos. Con cinco más, la deportista de Benicàssim estableció un nuevo récord patrio y obtuvo la puntuación necesaria para acudir al Europeo de Berlín, que se celebrará en agosto. A sus 20 años, la campeona nacional aún está digiriendo su machada.

«Todavía no me lo creo y de hecho sigo sin hacerlo», comenta Ramos emocionada cuando se le pregunta por su hito en el torneo de Soria. No era su meta al acudir a la cita y quizá por eso no atina a describir lo que siente. Manoli Alonso, su entrenadora, confiesa que el objetivo era tratar de batir el récord sub-23 a lo largo del año que viene. Imaginen la sorpresa de ambas cuando, en un momento de forma pletórico, la campeona benicense pulverizó los 5.860 puntos que María Peinado acumuló en 2002.

Ahora, empero, Ramos debe asumir su récord y centrarse en el Europeo de Berlín. Su marca le brinda la posibilidad de disputar la máxima competición continental del atletismo. «Es una aventura muy emocionante, mi primera vez en la selección absoluta de forma individual», celebra la deportista. Su entrenadora coincide en destacar la cita de Alemania como una oportunidad para aprender junto a las mejores del mundo. Entre otras deportistas, la benicense compartirá pista con la campeona olímpica actual, la belga Nafissatou 'Nafi' Thiam. No obstante, Ramos no se conforma con participar y admirar a sus referentes. Ni su ambición ni su carácter ganador se lo permiten. «Iré a competir con todo lo que tengo», asevera.

Más que una meta específica, Ramos ambiciona superarse a sí misma. Esa mentalidad es la que le hace soñar con participar en unos Juegos Olímpicos. «Antes de superar el récord, los JJ OO parecían muy lejos. Ahora me veo con más opciones, pero todavía queda mucho. Seguiré trabajando», reflexiona la heptatlonista. Como todos los atletas, Ramos anhela obtener una medalla en una cita olímpica. «Es difícil, pero no imposible», garantiza ilusionada.

Una de sus principales tareas hasta entonces será seguir compaginando sus estudios de Química en la UJI y su carrera deportiva. «Es complicado. Este año tuve que coger menos asignaturas y en el siguiente ocurrirá lo mismo. Sin dejar de lado los estudios, priorizo el atletismo», explica.

Aunque el heptatlón no ocupa el mismo espacio en los medios que otros deportes, Ramos y su potencial han protagonizado múltiples titulares merced a su récord. «No siento presión; tampoco me considero un prodigio. Llevo trabajando muchos años y empieza a dar sus frutos. Me alegra que se reconozca mi esfuerzo», medita con humildad.

A la vuelta de Berlín, quizá sea necesario rescatar las palabras con las que arranca este texto sobre una de las grandes promesas del atletismo español. Recuerden, Carmen «todavía no ha llegado a su límite», según Ortuño.