27 de julio de 2018. Esa es la fecha marcada en el calendario por muchos de los vecinos de Vall de Almonacid que esperan ansiosos vivir la inauguración oficial de la restauración de su iglesia parroquial de la Purísima Concepción.

Después de trece años cerrada al culto, la iglesia de esta pequeña localidad palantina volverá a abrir sus puertas tras casi una década de espera entre redacciones de proyectos y reuniones para conseguir las subvenciones pertinentes de las instituciones en un periodo de intensa crisis económica; unos tres años de intervenciones y una inversión total para su rehabilitación que ronda los 600.000 euros, cofinanciada a tres bandas por la Diputación de Castelló, la conselleria y el obispado.

Para el acto oficial se llevará a cabo una celebración religiosa en la que estará presente el obispo de la diócesis de Segorbe Castelló, Casimiro López Lorente, que oficiará una misa y será el encargado de trasladar al Santísimo de nuevo hasta el templo. Asimismo, se tiene previsto que la iglesia recupere para este día el retablo que presidía en altar mayor, del siglo XV que se trasladó a las capillas del claustro de la catedral de Segorbe.

Con esta reapertura, la Vall de Almonacid recuperará su lugar de culto que actualmente estaba ubicado en el primer piso del salón multiusos del municipio dando por finalizada una de las obras más costosas y que mayor movilización vecinal ha ocasionado por parte de los vecinos del municipio. Prueba de ello es la creación en su día de la Asociación La Retoría, puesta en marcha con el único fin de aunar fuerzas de cara a que las instituciones tuvieran en cuenta el proyecto y trabajasen para que la iglesia no quedase para siempre cerrada al culto. Esta asociación se ha encargado de recaudar fondos que serán destinados para llevar a cabo alguna actuación de retoques finales, que no se contemplan en el proyecto.

Tal como explicó el alcalde, Antonio Cases, en las últimas semanas se están ultimando los trabajos de pintura y carpintería. Se han llevado las puertas para restaurarlas y se están dando los últimos toques de pintura, «por lo que esperamos que a finales de la semana que viene ya esté listo».

Se trata de la última fase realizada por EMR, subvencionada por la conselleria de Patrimonio, que ha consistido en la reposición del suelo, pintura, iluminación y parte de la decoración, así como parte de la restauración de una de las capillas de parte del trasagrario de época barroca, lo que ha supuesto una inversión de unos 140.000 euros.

Por su parte, la primera fase, financiada por la Diputación de Castelló y el Obispado de la diócesis de Segorbe-Castelló se ejecutó de enero a junio de 2015 y supuso una inversión de 376.700 euros para la consolidación de la cimentación del templo, la eliminación de humedades a través de la realización de una zanja, así como su impermeabilización.

Cases se mostró satisfecho con la reapertura que supone, junto con el castillo, el edificio patrimonial más importante del municipio. Con la reapertura de la iglesia, el consistorio recuperará además tanto el espacio de almacén que ahora está en los bajos del ayuntamiento con las imágenes de los santos, como este salón sociocultural para las asociaciones del pueblo. El consistorio tiene también previsto realizar para más adelante una inauguración institucional organizada con la Asociación la Retoría.

Sería durante la Pascua de 2005 cuando la iglesia de la Purísima de Vall de Almonacid tuvo que cerrar sus puertas después de que apareciesen grandes grietas en la fachada y parte de la cubierta. Aunque en un principio se pensó que el templo había sufrido grandes daños estructurales y peligraba su derrumbe, tras la monitorización de las grietas y de la mano del arquitecto, Francisco Jurado, especialista en este tipo de casos, se vio que los daños no habrían afectado a la estructura del edificio. Jurado adaptó el proyecto inicial de rehabilitación al proyecto actual.