El Ayuntamiento de Segorbe planteará la rehabilitación del Castillo del Fuerte de la Estrella como un nuevo espacio cultural y un teatro natural con el que dinamizar el casco antiguo de la ciudad. Así lo dieron a conocer ayer el alcalde, Rafael Magdalena, la concejala de Cultura Tere Mateo y el concejal de urbanismo Luis Gil, tras haber firmado esta semana el convenio de colaboración para recibir una ayuda de 287.791,84? de la Generalitat Valenciana a través de los fondos FEDER para la rehabilitación y consolidación del espacio.

El importe total de la obra de rehabilitación está proyectado en 696.456,26?, para lo que el consistorio tiene previsto asumir el resto del coste, a la vez que solicitar otro tipo de ayudas.

Así las cosas, Magdalena apuntó que el proyecto «no es solo importante desde el punto de vista de recuperación del patrimonio, sino también a nivel turístico, en una zona tan emblemática es el Castillo de Segorbe».

«Vamos a contar con un atractivo más en el centro de la ciudad, que va a conformar un espacio singular que aprovechar culturalmente», indicó. Y para ello, explicó la edila Mateo, se trabajará para «crear un programa específico de actividades para dinamizar la zona.

Esta actuación va a permitir que, mediante el cierre de las murallas del espacio superior, se cree un teatro natural, que podrá acoger todo tipo de actividades, como festivales, conciertos, teatros o exposiciones de rehabilitación de patrimonio, entre otras».

La obra está prevista que comience en otoño tras la adjudicación y los trámites de documentación y tardará en realizarse un año.

El primer edil resaltó la importancia del proyecto para la ciudad, ya que el Fuerte de la Estrella está declarado como Bien de Interés Cultural y su consolidación destapará una de las construcciones más interesantes de su género a nivel regional.

Las obras contemplan la rehabilitación integral de todo el sistema defensivo del Fuerte, compuesto por tres baterías, un edificio «de entrada» anexo a la batería Oeste, un torreón 'través' y las cortinas de muralla que unían todos los elementos, cerrando el conjunto.

Una vez finalizadas las obras, se podrá ver la esencia del que, a finales del siglo XIX, se consolidó como una importante construcción militar defensiva tras la III Guerra Carlista.