«Necesito hacer algo para cambiar la situación, no me puedo quedar quieta, dar la espalda a lo que está pasando en el Mediterráneo, me parece egoísta». La castellonense María Victoria Oliver es profesora de inglés, activista y este año se ha unido a la caravana de la asociación Abriendo Fronteras que visita diversos puertos de Italia. Prefiere que le llamen Mavi y tiene muy claro que «es necesario dar conocimiento a la gente de los problemas de los solicitantes de asilo».

Aunque ahora mismo está centrada en la travesía por los puertos italianos, Mavi participa con más entidades sociales. Es la coordinadora del Àrea de Dones de Intersindical de Castelló. Está implicada en el activismo feminista y fue cuatro años responsable del Àrea de la Dona de STEPV (Sindicat de Treballadores i Treballadors del País Valencià).

La caravana de Abriendo Fronteras ha hecho ya parada en Ventimiglia, Palermo, Catania y Riace. La forman cerca de 300 personas de toda España que reivindican la buena acogida y los derechos de libertad de movimiento para todas las personas sin tener en cuenta su procedencia. El colectivo nació hace tres años. En 2016 hicieron una caravana a Grecia y en 2017 a Melilla.

La primera parada del viaje a Italia ha sido Ventimiglia, en la frontera franco-italiana. Esta localidad italiana es una de las principales vías de entrada a Francia y actualmente se ha convertido en uno de los mayores focos de conflicto con el auge de la extrema derecha en Italia. En ella cientos de refugiados esperan en barracones de la Cruz Roja.

«Cuando llegamos a las ciudades nos aliamos con colectivos locales para hacer todo tipo de acciones», comenta Mavi. En Ventimiglia se juntaron unas 6.000 personas de organizaciones de Francia, Italia y España e hicieron una manifestación.

Sin embargo, la llegada a Palermo fue mucho más aclamada por los colectivos de Sicilia. Su alcalde, Leoluca Orlando, acompañó a la manifestación que Abriendo Fronteras hizo junto con entidades sociales como el ´Forum Antirazzista´. «El alcalde de Palermo es el ejemplo a seguir, en Ventimiglia lo contrario», reflexiona la castellonense.

En Catania la caravana fue al centro de recepción de inmigrantes CARA de Mineo. Este centro es el que mayor número de inmigrantes acoge en Europa, con unos 4000 internados. Mavi denuncia «el uso de los internos como mano de obra barata que no recibe ayuda para tener una vida digna». Para la castellonense otro de los gravísimos problemas que se puede observar en este lugar «son las mujeres que llegan con un embarazo provocado a menudo por una violación durante el trayecto». «No podemos ser testigos pasivos de todo lo que está pasando» sentencia Mavi, que anima a la gente a unirse a las caravanas.