Torreblanca continúa su cruzada contra los mosquitos. La Concejalía de Medio Ambiente y la empresa Lokímica, encargada del tratamiento en el municipio, realizaron ayer por la mañana fumigaciones en el Prat para acabar con las larvas que surgieron a raíz de las lluvias del pasado domingo. Tal como hicieron el verano pasado, el tratamiento se realizó con un helicóptero que durante casi seis horas esparció un larvicida a lo largo de las 800 hectáreas del humedal en el término de Torreblanca.

«Los mosquitos ponen los huevos en sustrato seco y en cuanto el terreno se hidrata surjen las larvas. El ciclo es de entre 6 y 9 días, pero con las últimas precipitaciones y las altas temperaturas del verano se acorta hasta los 3 o 5 días», explicó ayer Rubén Bueno, director técnico de Lokímica. Las últimas precipitaciones y el calor, junto a las características propias del Prat, cuyo difíciles accesos impiden realizar un correcto tratamiento terrestre, llevaron al consistorio a solicitar esta semana una autorización a la conselleria de Sanidad para el uso del helicóptero.

Para llegar los focos de larvas en el humedal el helicóptero esparce el larvicida bacillus thuringiensis, «un producto registrado por el Ministerio de Sanidad y que está permitido para enclaves naturales. Afecta solo a las larvas de los mosquitos pero no al resto de insectos» detalló Rubén Bueno. El director técnico de Lokímica especificó que el porcentaje de éxito en las fumigaciones aéreas con helicóptero «muy elevado».

«Se trata de una actuación de emergencia. El domingo cayeron 45 litros por metro cuadrado y sabíamos que nos íbamos a encontrar con millones de mosquitos en seis días», dijo el concejal de Medio Ambiente y Turismo Carlos García, que incidió en que «la situación del mosquito en Torreblanca es especial ya que tenemos el humedal y somos un municipio turístico».