Las tres fases del Bulevar de La Plana que afectan al municipio de Castelló, valoradas en un millón de euros, podrán empezar en septiembre. El objetivo es transformar la antigua N-340 en una vía urbana en la que se resuelvan los problemas de ordenación del tráfico de la zona (muy congestionada en algunos tramos), la integración de modos de transporte más sostenibles, así como una mayor unificación paisajística.

El proyecto urbanístico, financiado por la Conselleria de Vivienda y Obras Publicas, fue presentado el pasado martes por la titular de este departamento, Maria José Salvador.

La alcaldesa de Castelló, la socialista Amparo Marco, valora el desarrollo de la conexión y destaca su incidencia en la mejora de la calidad de vida ciudadana. «Mejorará la movilidad interurbana en el entorno comarcal y contribuirá a la reducción de las emisiones contaminantes causadas por el tráfico de vehículos, pero, su principal consecuencia será el reforzamiento de la capitalidad de Castellón y, por lo tanto, de la economía local», apunta la regidora en nota oficial.

En la presentación de las tres fases del proyecto, Marco agradeció a la consellera de Vivienda y Obras Públicas, María José Salvador, la sensibilidad y la predisposición para atender las demandas históricas de la ciudad, tras décadas de desinterés por los gobiernos autonómicos precedentes.

Así, la Fase I comprenderá desde la intersección de la calle Río Júcar con la avenida Enrique Gimeno, junto al centro comercial la Salera, hasta 150 metros antes de la glorieta del centro comercial Estepark y consiste en la construcción de una nueva glorieta y de un carril bici de 600 metros a lo largo de todo el tramo, cuyas obras comenzarán tras el verano y que tiene un presupuesto estimado de 330.000 euros.

En la segunda fase se contempla la continuación del carril ciclopeatonal de la avenida Enrique Gimeno con una longitud total de 800 metros. Este carril se conectará con el existente a la altura de la glorieta del centro comercial Estepark, y con el futuro carril bici promovido por el Ayuntamiento de Castelló por la calle Portugal, localizado en el margen derecho de la travesía en sentido Almassora, creándose nexos de unión entre los distintos recorridos.

La Fase III consiste en la conexión del carril ciclopeatonal que finalizaba en la glorieta de la CS-22 de la fase II, y prolongarla hasta las proximidades del término municipal de Castellón con Almassora, en una longitud de 900 metros.