A las 05.30 horas eran varios los seguidores que ya hacían cola, llegados de diferentes puntos de la provincia. A las 09.30 horas se podían contar por centenares los aficionados allí concentrados, en fila india y combatiendo la ola de calor. Incluso algunos hicieron relevos y apuntaron en una libreta el orden que había en la cola para que nadie perdiera su turno.

Superados los 10.000 socios

Y es que la jornada arrancaba con los 9.478 abonados que se registraron el sábado por la tarde cuando se cerraron las puertas del palco y se cerró el primer día de nuevas altas con más de 10.000 abonados (ayer se contabilizaron más de 950 renovaciones o nuevas altas en un solo día). En Gol Norte Bajo ya no queda ninguna localidad libre de cara al curso liguero que arrancará el próximo 26 de agosto en Castalia.

Se espera que entre hoy y mañana la expectación siga siendo máxima entre los aficionados y que las colas vayan descendiendo con el paso de los días, para volver a la normalidad de la semana pasada. Eso sí, desde el club se van a tomar desde hoy una serie de medidas para evitar el colapso y el caos que se vivió ayer durante muchos momentos del día.

Quejas y calor

Fue tal el desbordamiento que el club reforzó el operativo con cuatro empleados más que en la primera fase la tramitación de los abonos. Todo para ir agilizando las colas porque a 34 grados era complicado estar allí esperando mucho rato, incluso refugiándose en las escasas sombras del entorno del estadio. Aun así, no salió del todo bien y la gente que esperaba para sacarse su abono tuvo que aguantar largas horas de cola y situaciones demasiado caóticas.

En un momento dado, el club tuvo a bien repartir agua entre los aficionados que hacían cola para hacerla más llevadera y evitar golpes de calor. Pero las quejas continuaban. En especial de los que ya eran abonados y buscaban tan solo un cambio de ubicación porque también tuvieron que guardar cola junto a los que se querían dar de alta por primera vez. De ahí que el proceso fuera muy lento y varios culparon de «mala organización» al club por la falta de previsión en el inicio de esta segunda fase de la campaña de abonos.

Eso sí, lo que sí hizo bien la directiva castellonense fue no cerrar las puertas del palco hasta que pasó el último aficionado que estaba haciendo cola, superando así los horarios de oficinas previstos inicialmente.