El Villarreal CF sigue sumando minutos y rodaje esta pretemporada. Es momento de hacer pruebas, comprobar la polivalencia de algunos jugadores y probar distintos sistemas con vistas al inicio liguero del próximo 18 de agosto contra la Real Sociedad. Y esa es la lectura que hay que sacar del encuentro de ayer. En un nuevo amistoso de pretemporada, el empate final contra el Real Zaragoza fue lo de menos. Lo más positivo, la mejoría del equipo, sobre todo en la primera parte, aunque se evidenció que todavía quedan detalles por pulir.

El submarino comenzó muy fuerte, con dos ocasiones peligrosas en los primeros 15 minutos que no subieron al marcador por la actuación del meta Ratón. El portero zaragozano atajó un remate de Gerard Moreno a los siete minutos de juego y, nueve después, un fuerte lanzamiento de Alfonso Pedraza se le cruzaba en su trayectoria y se marchaba a saque de esquina.

El choque pintaba bien, con los locales controlando y teniendo el dominio del esférico. Y mejor se puso cuando el colegiado Mateu Lahoz señalaba pena máxima por un agarrón a Pablo Fornals dentro del área. Gerard Moreno cogía el balón, se colocaba en el punto de penalti y lograba batir a Ratón con un incisivo lanzamiento por la izquierda.

Al Villarreal se le veía cómodo y a sus jugadores muy enchufados. Cazorla y Leo Suárez estaban muy activos, y el canterano incluso pudo ampliar la renta a favor de los suyos de no ser porque su chut desde la frontal del área se marchó alto. Ünal también tuvo una clara ocasión tras aprovechar un gran pase de Mario, pero su remate tampoco encontró el camino del gol. Al igual que la vaselina de Pablo Fornals, que se fue directa a las manos de Ratón y en el rechace le pitaron fuera de juego a Gerard Moreno.

Mientras, el Zaragoza limitaba sus ataques a las jugadas a la contra o aprovechando alguna falta de entendimiento de los defensas amarillos que obligaron a Andrés Fernández a emplearse a fondo.

Con la segunda parte llegaron los cambios y ambos equipos y el choque se igualó bastante más, y las ocasiones siguieron generándose en ambas áreas con más asiduidad. En una de ellas, Buff se hacía con el esférico y le dejaba un balón en bandeja a su compañero Pep Biel para que este sorprendiera a Sergio Asenjo, estableciendo el que a la postre sería definitivo empate a uno. Fue un error puntual pero que le costó el empate a los amarillos tal y como ha sucedido este verano en otros de los partidos disputados.

Pese al tanto, el Villarreal siguió dominando aunque le faltó profundidad. Buscó el gol con ahínco Toko Ekambi en los minutos finales, al igual que Samu Castillejo y Nicola Sansone, pero ninguno estivo acertado. Ni tampoco lo estuvieron los jugadores del conjunto maño, de ahí que el marcador del Mini Estadi no volviera a moverse más.