El Ayuntamiento de Vilafranca informó ayer que durante las próximas dos semanas, debido a las obras de perforación del nuevo pozo, no podrán contar con el suministro procedente del pozo de Llargueres. En el comunicado emitido, el consistorio comentó que durante este tiempo será necesario el transporte de cubas para el evitar el desabastecimiento. Por todo ello, desde el Ayuntamiento de Vilafranca han solicitado «y necesitamos la colaboración de todo el pueblo para reducir al máximo el consumo de agua y evitar así posibles restricciones.

Las obras de perforación del nuevo pozo de Llargueres comenzaron durante el mes de marzo y cuenta con una inversión de un millón de euros. Para hacer posible la infraestructura han colaborado la Diputación y la Generalitat Valenciana. El pozo está situado en el término municipal de Benassal y el objetivo es perforar a un kilómetro de profundidad y aprovechar la canalización ya existente que lleva el agua de un pozo ya realizado. Benassal y Vilafranca son los miembros de un consorcio de aguas que gestiona el abastecimiento desde el pozo de Llargueres. El periodo de ejecución de las obras previsto es de siete meses y el principal riesgo es la turbidez en el agua, ya que la perforación se está ejecutando en las proximidades del anterior pozo. Ya en su día se explicó que con motivo de las obras se llevaría cubas de agua para garantizar el suministro durante un tiempo, en este caso dos semanas. Desde el consistorio incidieron en que «no hay restricciones de agua».