Torreblanca ha iniciado esta semana los trabajos para el control de vegetación en el Prat con una segadora anfibia que permite actuar en las lagunas mediante la siega evitando la colmatación con el objetivo de cortar el cañizo sobrante y abrir claros para favorecer la presencia de aves como el carricerín cejudo y mantener dichas lagunas en su estado óptimo de conservación.

De hecho, este fin de semana se ha llevado a cabo una exhibición y una charla abierta al público, que ha podido conocer su funcionamiento, así como el estudio piloto de agrocompostaje que se desarrollará para futuros proyectos de investigación y experimentación, en el que se ha implicado la Concejalía de Medio Ambiente y la Fundación Global Nature.

Durante un periodo dos meses esta máquina anfibia recorrerá las zonas inundadas del Prat, de modo que los restos de vegetación segada se destinarán a la transformación en compost orgánico, iniciativa en la que también participan la Generalitat Valenciana y la Universidad Miguel Hernández de Elche.

El concejal de Medio Ambiente, Carlos García, ha explicado que «además de cortar el cañizo con esta máquina de siega mecánica pensada para espacios como el Prat, vamos a reutilizar este residuo convirtiéndonos en el punto de partida de un proyecto piloto de compost orgánico».

Esta acción se suma a anteriores eventos realizados en esta localidad de la mano del proyecto LIFE Paludicola para la conservación de los humedales. Asimismo, la localidad ha acogido un taller de expertos así como una campaña de anillamiento científico para el estudio y conservación del carricerín cejudo. También se realizó un taller ornitológico en el que se dio a conocer la situación de ésta y otras aves.