Morella se prepara para recibir este fin de semana a la Virgen de Vallivana y, por tanto, para vivir el momento más emotivo de las fiestas sexenales. Durante la jornada de ayer, los romeros salieron de la ciudad para recorrer a pie los 24 kilómetros que separan la ciudad del santuario al que se dirigían, donde se venera la patrona de la localidad. En cambio hoy, el recorrido se realizará a la inversa y la Virgen entrará en la ciudad cuando cae el sol.

En ese momento, todo el municipio, con sus danzas, elementos civiles y religiosos para ensalzar la devoción, la recibirá al Pla dels Estudis.

La corporación municipal participa en esta Rogativa especial del 54 Sexenni. Así, el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, acompañado de los concejales y del president de la Generalitat Valenciana, el morellano Ximo Puig, recorrieron parte del trayecto que separa Morella del santuario.

En la Rogativa, la bandera blanca marcó el paso junto a la cruz y todos los rogativeros. Mientras avanza, los cánticos de veneración a la patrona se sucedieron.

El recorrido se mantiene respecto a los últimos años, con más tramos por caminos y sendas rehabilitadas y con las paradas del Hostal Nou, la Torreta y el Puente de la Bota, junto con la nueva senda de Vallivana que hace que la Rogativa no pase por la carretera N-232.

Cabe recordar que la Rogativa se realiza el primer sábado de mayo, excepto en años sexenales. En éste, se realiza el día antes de la entrada de la Virgen en Morella, para celebrar el Sexenni y en el mes de octubre, cuando se volverá al Santuario.

La artesanía del papel rizado

Además de la Rogativa, Morella vivió ayer el montaje de los elementos decorativos de las calles para el 54 Sexenni. Momento en el que los vecinos y vecinas de Morella instalan los tapices de papel rizado y otros tipos de adornos en las principales calles por donde transcurren las procesiones y Retaules. Desde hace más de un año los morellanos y morellanas participan intensamente en la elaboración de estos tapices.

En total, 15 calles y dos Conventets utilizaron esta singular técnica artesanal, la cual trabaja diferentes maneras de plegar papel de seda, para decorar la ciudad.

Unas vías que se acabaron de montar esa misma noche, porque cuando entró la Virgen de Vallivana, la población la recibió ya con el mejor engalanamiento.

Los adornos suponen más de dos kilómetros de tapices y se utilizan unos 3.000 kilómetros de tiras de papel rizado de un centímetro de ancho. Estos curiosos datos cobran importancia dada la peculiaridad de esta artesanía que es única en España y que revive la población cada seis años.