Las fiestas están dejando cada vez más espacio al arte urbano en Benicarló, que le supone un reclamo para el turismo al disponer de una oferta más variado respecto al ocio.

Así, por segundo año consecutivo, el Candem Bló ha imprimido una pincelada de arte alternativo a las fiestas patronales que ha sido seguido por vecinos, visitantes y turistas de todas las edades. Cada propuesta ha estado pensada para cada segmento de edad. Si por la mañana se han llevado a cabo talleres para los más pequeños, por la tarde la música, el pintado de grandes murales y otras iniciativas como el body paint (o pintura corporal) atraían la atención del público que paseaba por la calle Moreres.

Corazón de la localidad

El año pasado la primera edición de esta propuesta se llevó a cabo en el paseo Febrer Soriano, pero este año se ha trasladado hasta el corazón de la localidad y sus plazas adyacentes.

Ayer por la tarde, otro de los actos programados robaba el corazón de los que se acercaban a la plaza Blasco Ibañez, donde tenía lugar una demostración de swing a cargo de la Associació de Ball Swing i Au de Castelló.

Cortes de cabello, paneles con acuarelas que configuraban una exposición de arte urbano o DJ junto a hamburgueserías y creperías ambulantes daban ambiente a una opción que complementa unas fiestas con programa para todos los gustos y para todas las edades.