El Ayuntamiento de Castelló y la Acadèmia Valenciana de la Llengua argumentan que la mayoría de municipios de Castelló adscritos al área de tradición lingüística valenciana cuentan con un topónimo monolingüe.

Concretamente, según los datos que maneja la AVL, 62 de las 84 localidades de dicho ámbito disponen de un nombre normalizado.

Permanecen doce con opciones bilingües, una cifra que bajará cuando el Consell confirme la oficialidad de Castelló ciudad. En la provincia, las poblaciones con opciones bilingües son, además de la capital de la Plana, Alqueries, Benicàssim, Borriana, Llucena, Orpesa, Peñíscola, Sant Jordi, les Useres, Vilafranca, Xilxes y Xodos.

El gobierno municipal recuerda que Vila-real y l'Alcora normalizaron, por su parte, sus nombres oficiales durante gobiernos del Partido Popular, mientras este partido se abstuvo en el caso de Almassora.

Por su parte, los 51 municipios de la zona castellanoparlante tienen una única denominación. Otros 8 disponen de un nombre pero no está normalizado correctamente. Según la AVL, el 1,5 % de pueblos disponen de un topónimo en dos lenguas. En Galicia y Cataluña solo existe un único nombre en sus localidades. Hay opciones bilingües en Euskadi y la Comunitat. La AVL afirma que la alternativa bilingüe solo se aprueba «cuando no hay otra salida», ya que, según según indicó en las conferencias organizadas por el ayuntamiento, la mayoría de localidades apuestan por su nombre histórico.

La Acadèmia también esgrimió en las charlas que el último decreto del Consell sobre la oficialización de topónimos recomienda la utilización monolingüe por «razones». Remarcó que el grupo de expertos de nombres geográficos de la ONU aconseja la única denominación.

El ejecutivo local se respalda, asimismo, en un reglamento de normalización lingüística que fue aprobado en 1991, durante el mandato de José Luis Gimeno (PP), que aboga por recuperar «los topónimos en valenciano en su nomenclatura». Sin embargo, los populares aseguran que esta normativa no proponía la eliminación de la denominación en castellano.

Para el Partido Popular, el gobierno local quiere «imponer la denominación en valenciano. Acabar con esta riqueza lingüística que hemos mantenido durante tantos años supone un retroceso», señalan los populares, que remarcan que Castellón es una alternativa tan histórica como la valenciana.