El proyecto Remeb, que lidera la empresa castellonense de Facsa, ha concluido la investigación de un nuevo sistema sostenible de tratamiento de aguas residuales. La iniciativa ha validado un biorreactor de membranas cerámicas reciclada que regenera aguas para uso agrícola.

Remeb, según fuentes de Facsa, ha sido financiado por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, que cubre áreas relacionadas con la acción climática, el medio ambiente, la eficiencia de recursos y materias primas a través del fomento de la reutilización de aguas residuales, la valorización de residuos y el desarrollo nuevos productos innovadores y sostenibles.

Arrancó en 2015 con un presupuesto de 2.361.622 ? y una financiación de 1.909.292 ? y concluirá el próximo 31 de agosto de 2018, tras tres años de trabajo, con sus propósitos cumplidos. En el consorcio internacional del proyecto Remeb, impulsado por Facsa, han participado entidades españolas como el Instituto Universitario de Tecnología Cerámica ITC-UJI, el laboratorio medioambiental Iproma, la Entidad de Saneamiento y Depuración de Región de Murcia Esamur y el Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana.

En tres años ha investigado un sistema avanzado de tratamiento de aguas residuales sostenible; un biorreactor de membranas (MBR) cerámicas recicladas basadas en residuos de varios procesos agro-industriales que regenerará aguas residuales para uso agrícola.

Las membranas cerámicas actuales se fabrican a partir de óxidos cerámicos puros (como alúmina, zirconia o titania), que implican un elevado coste debido al propio coste de las materias primas y al complejo proceso de fabricación. Este hecho limita el uso de los MBR cerámicos a pesar de tratarse de uno de los sistemas más avanzados en el sector del tratamiento de aguas residuales.

Investigación

La incorporación de residuos en la composición de la membrana no solo reduce el volumen de desechos en vertederos, favoreciendo la economía circular, sino también el precio de esta tecnología. La solución aportada por Remeb utiliza residuos como el hueso de aceituna, la chamota, residuo de la industria azulejera y el polvo de mármol. En su primera fase las membranas se han fabricado a escala piloto en el laboratorio del ITC-UJI y, una vez detectada la composición óptima, se han elaborado por extrusión a escala real en la empresa azulejera de Natucer, con la asistencia del Instituto de Tecnología Cerámica.

Imeca Process diseñó, fabricó e instaló el biorreactor en la localización prevista en estrecha colaboración con Facsa. Los centros cerámicos de Italia y Turquía, Centro Cerámico y SAM, reprodujeron las membranas cerámicas con residuos de ambos países confirmando así su capacidad de replicabilidad internacional. Con el trabajo conjunto de Facsa y Esamur, el sistema se ha validado en una depuradora de Aledo, en Murcia, para regenerar aguas residuales y posteriormente reutilizarlas para uso agrícola.