Las calles de Segorbe amanecieron ayer con un encanto especial para honrar a una de sus tres advocaciones marianas, la Virgen de la Esperanza.

La capital palantina celebró, desde primera hora de la mañana, uno de sus días grandes en el que, como manda la tradición se rindió tributo al manantial que apaga la sed de los segorbinos.

Con un sol resplandeciente y tras la lluvia de la noche anterior, desde primera hora la de mañana, la ofrenda a la Virgen en la fachada del Sindicato de Riegos, presidida por las reinas de las fiestas, María Carot y Raquel Gómez y sus respectivas cortes de honor dio paso a uno de los momentos más esperados. En la plaza del Agua Limpia miles de personas hicieron una larga cola para recibir el regalo que el ayuntamiento realiza con motivo de la romería y recibir el vaso reutilizable y la chapa contra las agresiones sexuales. Todo un acierto que contó con gran aceptación del que se repartieron más de 2,000 unidades de las 4.500 que realizan para peñas, asociaciones y segorbinos en general.

Tras el reparto de obsequios alrededor de una treintena de monturas, y jinetes, así como carros, carretas y cientos de andarines partieron hacia el emblemático paraje situado a unos 2 kilómetros, ataviados con el pañuelo verde esperanza y típico garrote segorbino.

Al llegar, como manda la tradición, miles de romeros se acercaron a los pies del manantial para paliar la sed en un caluroso día tomando un buen trago de agua y estrenando su vaso para disfrutar después de una jornada festiva, almorzando con amigos, comiendo a la fresca bajo las pinadas y alargando la tertulia hasta la tarde. También fue posible refrescarse con el vino que la comisión regaló a la hora del almuerzo.

A mediodía, cientos de feligreses acudieron presenciar la misa de campaña que presidió el obispo, Casimiro López, acompañado por las autoridades locales.

Paella gigantes

Tras el reparto de estampas y la bendición del manantial, los segorbinos disfrutaron de un rico plato de la paella gigante de la que se repartieron unas 2.500 raciones entre todos los asistentes que acudieron a este acto festivo.

A media tarde, la banda del CEAM ofreció un concierto extraordinario en homenaje a las reinas y su corte, en el que también actuó el tenor David Montolio, mientras que, a última hora, las calles del casco histórico de Segorbe acogieron la solemne procesión de la Virgen de la Esperanza.

Por la noche, el musical de Michael Jackson, Michael Legacety, del que disfrutaron buen número de asistentes, puso el toque musical del miércoles.