El Paseo Marítimo Pilar Coloma, junto a las playas Voramar y Almadraba, volvió a reunir ayer a cientos de visitantes y turistas con motivo de la VII edición de Benicàssim Belle Époque. La zona de las Villas, construida en su mayor parte por la burguesía española del primer tercio de siglo XX, aunque la primera villa data de finales del s. XIX, mostró las tendencias culturales de la época se pusieron de manifiesto entre la sociedad castellonense. Para ello, hubo tanto recreaciones como exposiciones, talleres y actuaciones en directo a lo largo de todo el día, culminando con el esperado concierto de la Big Band de Onda.

Belle Époque busca en estos tres días (desde el viernes hasta hoy) la puesta en valor turístico de los elementos más relevantes, diferenciadores y singulares de los recursos turísticos del municipio y, por consiguiente, convertirse en una referencia en materia de recreación histórica del espacio cultural y patrimonial de la provincia de Castelló.

Pensada para todos los públicos, desde los más pequeños hasta adultos y gente mayor, las actividades se sucedieron, destacando, por ejemplo, la concentración de coches clásicos. No en vano, despertó gran expectación entre los residentes y turistas, además de los coleccionistas de este tipo de vehículos.