El Instituto Valenciano de Conservación, Restauración y Investigación (IVCR+i) está restaurando una vértebra cervical de un saurópodo (dinosaurio herbívoro de cuello muy largo) que vivió en el territorio de la actual comarca de Els Ports durante el Cretácico inferior hace 120 millones de años.

La vértebra de grandes dimensiones, un metro y veinte centímetros de longitud, ha sido localizada en los trabajos de restauración que está realizando el IVCR+i en el yacimiento de Sant Antoni de la Vespa en Morella. El resto paleontológico se encuentra en «excelente» estado de conservación y apenas está deformado por los procesos de fosilización. Cuenta con todos los elementos anatómicos que permiten su identificación: el cuerpo vertebral y grandes apófisis laterales, lo que va a permitir a los paleontólogos su adscripción a una especie concreta.

Los primeros estudios apuntan a que podría tratarse de la vértebra cervical más grande localizada hasta ahora en un yacimiento de la península Ibérica y que pudo pertenecer a un saurópodo que podía alcanzar los 25 metros de longitud, con cuello muy largo, cola larga y un peso de 50 toneladas.

La excavación la llevó a cabo un equipo interdisciplinar formado por técnicos de la UNED de Madrid, el Instituto Catalán de Paleontología, el Grup Guix de Vila-real y el Ayuntamiento de Morella, bajo la dirección de los paleontólogos Jose Miguel Gasulla (Ayuntamiento de Morella) y Andrés Santos (Grup Guix).

El hueso estaba integrado en un bloque de tierra y piedras, lo que se conoce como «momia».

Tres son las restauradoras del IVCR+i que intervienen en eliminar los depósitos de tierra y piedras adheridos

Réplica de dinosaurios

Una réplica a tamaño real de un dinosaurio carnívoro fue instalada ayer en el paseo de la Alameda. Este Allosaurus forma parte del proyecto de Turisme, Camins de Dinosaures, para fomentar el patrimonio paleontológico de la zona, una de las más ricas en fósiles de dinosaurios de toda España. De este modo, el nuevo dinosaurio de Morella se convierte en un atractivo más de la localidad con sus ocho metros de longitud, por lo que el de Morella se suma a los instalados en otras localidades como Bejís y Cinctorres.