El cine Saboya iba a reabrir sus puertas un año después del «pavoroso» incendio destruyó casi en su totalidad. Un incendio que tuvo lugar la madrugada del 3 de septiembre de 1992 y por el que tres jóvenes fueron detenidos.

El empresario que tenía arrendadas tan céntricas instalaciones Alejandro Payá, anunció en las páginas de Levante de Castelló que su objetivo era reabrir la sala ese mismo mes de septiembre, el de hace 25 años. Y aseguraba que el mítico cine castellonense iniciaba una nueva etapa como «la más moderna sala cinematográfica de la ciudad y una de las mejores dotadas del estado español».

En este sentido, Alejandro Payá declaró a este mismo rotativo, en una información publicada el 3 de septiembre de 1993, que desde el mismo día del incendio «mi propósito ha sido la total recuperación de esta sala para el disfrute de los castellonenses y durante todo un año se han sucedido los trabajos para que este deseo se convierta en realidad».

La reforma del cine Saboya fue «multimillonaria» (hablamos de pesetas) pero no se quiso dar la cifra exacta, pero si se anunció que la sala iba a contar «con el más moderno sistema de refrigeración, aire acondicionado y calefacción, así como confortables butacas, de un diseño innovador».

La capacidad del Saboya, cuyos orígenes se remontaban a los años anteriores a la guerra civil, en era de 450 butacas.