Le costó mucho al Benicarló conseguir la victoria, dado que el Sant Jordi en ningún momento dio el partido por perdido y tuvo mejores oportunidades de gol, pero Aguayo estuvo sensacional. Tras varias ocasiones fallidas, a la media hora del primer tiempo llegó la jugada del 1-0: Monti entró en el área y fue derribado por dos jugadores, señalando el colegiado penalti. Marcos Cano, especialista en estos lanzamientos, no falló.