Los vecinos de Borriol no se anduvieron por las ramas a la hora de calificar el comportamiento y carácter del exlegionario José Luis G., pareja sentimental de Eva Bou, y primer sospechoso para la investigación policial del asesinato de la mujer. «Es un mangante y un ficha de toda la vida», resumía un grupo de mujeres que acudió al acto de repulsa contra este crimen machista celebrado en la tarde de ayer en Borriol.

Los vecinos incidieron en ese perfil delictivo e incívico del presunto asesino de Eva y trajeron a colación supuestos actos vandálicos que ha cometido en el pueblo. «En una ocasión le dio por rajar las ruedas y romper los cristales de los coches aparcados a lo largo de una calle», comentaban.

También recordaron los supuestos robos que cometió en viviendas aprovechando su profesión de cerrajero. «Al cambiar las cerraduras se quedaba con copias de las llaves y luego robaba en las viviendas», comentó otro grupo de asistentes.

Los convecinos de José Luis G. también abundaron en el agresivo comportamiento que mantenía haca su compañera. «Eran continuas las peleas. A veces le pegó en plena calle», señalaron.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado mantienen desplegado un amplio dispositivo en busca del presunto asesino de Eva Bou desde el hallazgo del cadáver de la mujer, la noche del pasado viernes. No obstante, el hombre sigue aún en paradero desconocido.

La investigación policial mantiene abiertas todas las hipótesis acerca del posible destino del exlegionario, así como el medio en el que emprendió la huida. Unas fuentes sostiene que el exmilitar huyó del pueblo en su vehículo particular, mientras otras aseguran que su coche permanece en la localidad y, por tanto, que tuvo que utilizar otro medio de transporte alternativo.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, remarcó ayer que la prioridad es encontrar al sospechoso del crimen, el exmilitar, «que de ser el causante sería una persona muy peligrosa».

La autopsia realizada al cadáver de Eva Bou concluye que falleció a consecuencia de las heridas que sufrió con un arma blanca y que su muerte se produjo cinco días antes del hallazgo de sus restos mortales en el domicilio que compartía con su pareja. La familia de Eva Bou tampoco ha fijado aún fecha para el entierro, a la espera de que el Instituto de Medicina Legal de Castelló cierre todos los extremos de la autopsia.