La jornada de las fiestas en honor a Santo Tomás de Benicàssim estuvo marcada por la lluvia. El agua obligó a suspender el desfile de gigantes y cabezudos previsto por la tarde.

Por la mañana hubo un homenaje a las cortes de honor de los últimos 50 años del viernes y actividades dedicadas a los más pequeños con la gran fiesta del agua con un tobogán gigante, hinchables y juegos acuáticos que incluyó también la fiesta de la espuma. Además, en la terraza de la cafetería de la piscina municipal se habilitó un hinchable lúdico para niños.

Por la tarde, las precipitaciones obligaron a suspender el tradicional pasacalle de gigantes y cabezudos. Asimismo, la exposición de gigantes y cabezudos previa al desfile se realizó en el polideportivo, en donde hubo una paella monumental para todos los participantes. La alcaldesa Susana Marqués recibió a todas las asociaciones. También se cancelaron conciertos que varios locales programaron al aire libre.