Javi Calleja respira aliviado después de que su equipo consiguiera ayer, en Butarque, la primera victoria de la temporada. El Villarreal despeja dudas, se aleja de la zona baja de la clasificación y alimenta la confianza de cara al estreno europeo, gracias al tanto de Carlos Bacca. El técnico madrileño, en el análisis posterior del encuentro, se mostró consciente de su acierto en los cambios y del plus que aportaron al colectivo el delantero colombiano y Pablo Fornals, en el segundo tiempo.

«Los cambios nos han ayudado muchísimo, Carlos ha marcado y Pablo ha sido clave. Hemos encontrado jugadores entre líneas, hemos jugado mas adelante. En la primera parte hemos salido con muchos nervios, no encontrábamos línea de pase. A raíz del descanso el equipo ha cambiado. Nos vamos contentos por la victoria»,comentó el entrenador. «Estábamos jugando muy bien, teníamos situaciones claras para habernos ido con más puntos en partidos anteriores y no lo habíamos conseguido. El equipo ha entrado más pensando en cómo estábamos en la clasificación que en el juego. A raíz del descanso nos hemos quitado ese peso y hemos sido más nosotros mismos», añadió el madrileño.

A pesar de sus aciertos, Calleja afirmó que «intento quitarle importancia a los entrenadores. Algo de culpa tenemos siempre en las victorias y en las derrotas. Pero los jugadores juegan, son los que toman decisiones. Esta vez ha salido bien y eso es mérito de ellos».

«Las victorias consiguen reforzarte. Tenemos que ser humildes, seguir trabajando. Tenemos un calendario muy exigente, muchísimos partidos ahora. Necesitamos de toda la plantilla», aseguró el técnico del Villarreal.

Confianza en el equipo

Calleja también destacó en su intervención que «parece mentira que llevemos solo cuatro jornadas. Queda un mundo por delante, tenemos que seguir trabajando, confiando en lo que hacemos. Hoy (por ayer) defensivamente hemos hecho un partido muy serio y hemos aprovechado las pocas oportunidades que hemos tenido», señaló. Además aseguró el penalti fallado por el Leganés «es una de las claves. Si se hubiesen puesto por delante a lo mejor el partido cambia. Al fallarlo, el fútbol es gol y eso es fundamental. Cuando vemos que no meten el penalti es un impulso a nivel moral, y nos repusimos rápido».