Dos policías, un subinspector y un agente miembros de la Brigada de Extranjería, negaron ayer ante el tribunal que golpeasen a un ciudadano árabe durante la operación para su arresto por encontrarse irregularmente en España. Los acusados también rechazaron que falsearan el atestado y resaltaron que, en todo momento, informaron al extranjero de sus derechos. El fiscal, en cambio, mantiene que ambos, en base a la grabación, se «extralimitaron injustificadamente en su actuación y privaron de su libertad al extranjero, que tenía acreditado su domicilio y arraigo familiar».

Según el fiscal, en base al atestado de los agentes se imputó al detenido un delito de resistencia y desobediencia que desembocó en un juicio rápido que «prolongó de manera injustificada» su detención.

El ministerio público solicitó, en sus conclusiones finales, 9 años de prisión para los procesados, tres menos de los pedía inicialmente, por los delitos de falsedad, falso testimonio y detención ilegal y lesiones leves. El fiscal retiró la petición de indemnización al no reclamar nada la víctima.

Los hechos ocurrieron el 8 de agosto de 2016 cuando los acusados se desplazaron a las dependencias de la Policía Local de Orpesa para comprobar la situación administrativa de un ciudadano árabe.

Los acusados declararon que acudieron al lugar tras una llamada de la Policía. Indicaron que al llegar se identificaron como policías y reclamaron a la víctima la documentación para acreditar su estancia legal en España. Al no poder demostrarlo, «le informamos que iba a ser detenido y comenzó a ponerse cada vez más nervioso». «Le leímos su derechos, pero cuando íbamos a ponerle las esposas incrementó su nerviosismo y resistencia», precisó uno de los acusados. «Se resistió, braceó y empujó, y se puso rígido», añadió. Este acusado indicó que ante «nivel de violencia del detenido», solicitaron un vehículo uniformado para trasladarlo a la Comisaría de Castelló, y que previamente lo llevaron al Hospital General, «donde le pusieron dos tiritas»,puntualizó.

El segundo agente procesado corroboró la versión de los hechos ofrecida por su compañero. Ambos reconocieron que habían firmado una nota interna en la que, según el fiscal se falsificó el relato de la detención. La versión de los acusados también fue respaldada por dos agentes de la Policía Local de Orpesa testigos de los hechos que han acarreado el procesamiento de estos dos agentes de la Policía Nacional.

Por su parte, la víctima, un joven magrebí, reconoció ante la sala su situación irregular en España cuando fue arrestado. No obstante, el joven rechazó que opusiera resistencia alguna a su arresto y aseguró que cayó al suelo y se golpeó en la cabeza cuando los agentes le cogieron de las piernas, «aunque no me golpearon», puntualizó.