No ha empezado nada bien la temporada para un Joventut Almassora que ayer encajó la tercera derrota consecutiva en su grupo de Segunda División tras tres jornadas de Liga disputadas. El resultado final también hizo mucho daño a un equipo que tiene muchos problemas atrás para frenar a sus rivales. De hecho, no es normal haber encajado diecisiete goles en tres partidos y hay mucho trabajo que hacer para que la temporada no se eche al traste a las primeras de cambio. Ahora urge una reacción rápida porque, de lo contrario, el equipo almassorense se puede estancar en la parte baja de la clasificación y empezar a sufrir más de lo previsto.

El Mislata, que llegó a Les Boqueres sin haber ganado partido alguno ni tampoco perdido (dos empates), no tuvo compasión de las albinegras y acabó endosándole un 0-7. Eso sí, hasta la media hora de juego el marcador no se movió, pero luego las valencianas lo tuvieron fácil. Entre la gran efectividad y las concesiones, el marcador lo dice todo.

Al descanso se llegó con el 0-2, gracias a la destacada actuación de Alba Santamaría, autora de cuatro de los siete goles de su equipo. Y tras el descanso las futbolistas valencianas siguieron con lo suyo y acabaron sumando un triunfo rotundo ante un Joventut Almassora que brazó los brazos muy pronto.

Los números de estas tres primeras jornadas empiezan a ser inquietantes. Tres partidos, tres derrotas, tres goles a favor y diecisiete en contra. Colistas de la categoría y el domingo de esta semana el equipo visita al Elche.