En plena crisis de identidad y resultados, el CD Castellón visita el domingo a un rival que, a priori, parecía estar llamado a pelear por eludir el descenso pero que, de momento, está protagonizando un inicio de temporada que invita al optimismo en Teruel. El equipo local, recién ascendido a Segunda División B al igual que el cuadro albinegro, ha empezado la temporada a muy buen ritmo y esta jornada pondrá a prueba en el Estadio de Pinilla (17.00 horas) el estado de los castellonenses.

Tras la disputa de las cinco primeras jornadas en el grupo III de la categoría de bronce, el plantel turolense se ha encarado a la zona alta de la tabla y ocupa la sexta posición después de haber sumado ocho de los quince puntos en juego. Su última victoria fue de campanillas ya que el equipo que entrena Dani Anso venció a domicilio al Hércules por 0-2 con goles de Becerra y Franco. Previamente el rival de este domingo del Castellón perdió contra el Atlético Levante en la primera jornada (3-0) y, desde entonces, no ha perdido ningún partido: Valencia Mestalla (1-0), CF Badalona (0-0) y Lleida Esportiu (0-0).

Más de un mes sin perder

Algo más de un mes sin perder y durante el que ha encajado tres goles en contra y ha marcado tres a favor. Estos registros le colocan como uno de los clubes menos goleadores del grupo junto al Ejea (3) y el colista Ebro (2), y de los menos goleados.

Tanto es así, que el Teruel es uno de los cuatro conjuntos que menos tantos ha encajado en las primeras cinco jornadas junto al Ontinyent, el Valencia Mestalla y el Lleida, todos ellos con tres goles en contra cada uno y ocupando de igual modo la zona alta de la clasificación.

Todo lo contrario que el Castellón, hundido en la zona de descenso a Tercera División después de no haber sido capaz todavía de ganar partido alguno en la competición doméstica. El equipo que entrena desde hace algo más de una semana David Gutiérrez no acaba de enderezar el rumbo y sus registros le han llevado a caer al fondo de la tabla. El plantel de la capital de la Plana marca goles (lleva seis a favor) pero tiene muchos problemas a la hora de defender y le marcan con facilidad, de ahí que haya encajado siete tantos en cinco encuentros.

De momento, tras hacer el cambio en el banquillo, desde la dirección deportiva del club se mantiene la calma y la confianza en que pronto los resultados comenzarán a llegar. «El míster nos ha transmitido tranquilidad, lo que hicimos bien y lo que hicimos mal. Tenemos que corregir los errores, entrenarlo y llevarlo a buen puerto porque el domingo nos espera una final ante el Teruel», explicaba Kilian Morante. En contraposición, parte de la afición empieza a señalar al director deportivo, Juan Guerrero.