El déficit de vitamina D por falta de exposición solar afecta a más del 50 % de la población, el 80 % en los ancianos, y se relaciona, cuando es crónico, con un empeoramiento de la osteoporosis y a largo plazo fracturas óseas.

Según el doctor Francisco Javier Maravall, del hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castelló, el motivo principal de ese déficit es la insuficiente exposición solar, agravada por el uso de cremas de alta protección, que son imprescindibles para reducir el riesgo de cáncer de piel.

Para el doctor, la clave está en encontrar el equilibrio entre protección y exposición dado que una exposición al sol diaria, controlada y acordada con el médico de unos 15 minutos, en una superficie equivalente al escote, la cara y los brazos, sería «muy positiva» para mejorar esta carencia, pero evitando las horas de mayor intensidad solar y siempre con protección, según ha indicado en un comunicado.

Este tiempo de exposición suele ser «insuficiente» para mantener niveles óptimos de vitamina D en la mayor parte de la población, especialmente en los meses del año con menor insolación, ha advertido el experto del Hospital Rey Don Jaime de la capital de La Plana, para añadir que la dieta aportaría al menos un 10 % de lo que el organismo necesita.

Cereales

Los alimentos como los cereales fortificados, la leche enriquecida artificialmente, la yema de huevo y los pescados azules como salmón, atún y caballa son la fuente nutricional más importante de vitamina D.

Además, hay personas con enfermedades determinadas que provocan una mala absorción de vitamina D o una insuficiente producción, como es el caso de la insuficiencia renal o algunas enfermedades intestinales.