«En plena Guerra Civil los habitantes de cuatro diminutos pueblos de Castelló ven aparecer tres aviones en el horizonte. Algunos niños salen a saludar, los adultos los miran con inocencia y curiosidad. Pero los aviones maniobran, caen en picado y bombardean casas e iglesias. Matan a 38 vecinos. Nunca supieron quién fue el responsable. Hasta ahora», así empieza Suicafilms en su web el relato del documental Experimento Stuka, que recoge la investigación que realizó un vecino de Benassal después de que en 2005 el historiador Anthony Beevor revelara estos hechos.

Rafael Molés, director del documental junto a Pepe Andreu, subrayó que esta película descubre unos acontecimientos que estuvieron silenciados durante décadas, y destacó que el documental quiere trasladar que «cuando se sabe la verdad los efectos en los cuatro pueblos es de conciliación».

Sobre la comparecencia del senador Manuel Altava, apuntó que una «visión ideologizada de la historia» no ayuda a que la gente pueda conocer la historia. Según Molés, la aviación nazi aprovechó la Guerra Civil española para llevarse minerales del norte del país y probar tácticas y técnicas militares de cara a la Segunda Guerra Mundial. «En los cuatro pueblos de Castelló se probaron nuevos aviones que transportaban na bomba que era el doble de grande. Fue la primera vez que se utilizaron en construcciones civiles», indicó Molés, quien agregó que la comarca del Maestrat estaba próxima de la base aérea del Sènia, donde estaba la aviación alemana.

Rebatió a Altava que los experimentos se realizaban en el frente «para poder analizar sus efectos», como en el caso del Maestrat. La película Experimento Stuka se proyectará en los cines este mes de octubre.