El conflicto catalán abre cualquier frente en todos los ámbitos de la gestión municipal en Castelló. No escapa tampoco el servicio de limpieza del ayuntamiento, que para formaciones como Ciudadanos y Partido Popular parece que hacen la vista gorda y no eliminan de calles y edificios las pintadas que aparecen cada semana, mucha de ellas de índole político y con el independentismo catalán -según la visión del edil del PP Juan José Pérez Macián- como principal protagonista.

El pleno del pasado jueves sirvió para desestimar una moción de Ciudadanos en la que se reclamaba «un programa especial de limpieza para retirar las pintadas que deterioran el entorno urbano», rechazada por la mayoría que forman PSPV, Compromís y Castelló en Moviment. La respuesta por parte del equipo de gobierno la dio el concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, quien le recordó a la formación naranja que «lo que se nos pide ya está porque actuamos a demanda y de oficio».

Simó no ocultó que la moción, a su juicio, no «aportaba nada», al considerar que «no tenemos un problema grave con este tipo de actos vandálicos». Por ello, no dudó en considerar que era una «moción trampa» con la que Ciudadanos quería hablar «del Procés, del pancatalanismo y de lazos amarillos». Y así fue, pero no por parte de la bancada del partido de Albert Rivera, sino en boca del portavoz adjunto del PP, Juan José Pérez Macián, que aprovechó la circunstancia para dibujar una ciudad «donde proliferan los grafitis políticos y de mal gusto», algo que requiere una «respuesta contundente» que, a su juicio, obvia el equipo de gobierno.

Para Pérez Macián, «Castelló está muy sucia», vinculando tal suciedad, de manera especial, a los apoyos al «movimiento secesionista catalán» al proliferar hace unos meses los lazos amarillos en calles como Navarra o Doctor Clarà. Por ello, exigió al equipo de gobierno que «no consienta que se cambie la ciudad del verde al amarillo».

Menos pintadas en 2016

Frente a estas quejas, Rafa Simó insiste en que no hay ahora más pintadas que otros años, aseverando además que, «aunque el señor Macián se queja de unas en concreto, nosotros retiramos todas». Es más, el edil asegura que en este 2018, según la estadística, «hay menos que en otros años.

Así, según los datos que aporta el consistorio, durante el año 2016 se limpiaron un total de 408 pintadas, de las que el 83 % fueron localizadas directamente por los servicios de inspección municipal. Los grafitis suprimidos subieron hasta los 648 en 2017, mientras que en lo que va de año la cifra apenas si llega a los 122. Así, en conjunto de estos tres años, se han eliminado un total de 1.177 pintadas de la pública.

El concejal de Ordenación del Territorio, con todo, considera que la moción de Ciudadanos, «poco provechosa», solo tenía como objetivo «intentar colocar su leitmotiv», señalando que «a saber de que hablarán cuando se acabe el conflito catalán».