El Director Territorial de Presidencia de la Generalitat, Adolf Sanmartín, y el Director de Salud Pública del área de Castelló, Pep Trullén, se reunieron ayer con representantes de los ayuntamientos de la Plana Baixa afectados en las últimas semanas por la proliferación del mosquito de marjal. A la reunión han asistido los alcaldes de Nules y la Vilavella, David García y Manel Martínez, además de concejales de Nules, Xilxes y Moncofa.

En la reunión se constató que la problemática no radica en la zona pública de marjal dado que estos espacios ya están controlados por los tratamientos que efectúan las empresas contratadas por los propios ayuntamientos. En este sentido los técnicos de la Conselleria de Sanitat que han visitado las citadas zonas en la marjal de Nules y Moncofa confirmaron que no se han encontrado muestras de larvas.

Los representantes municipales ratificaron que la problemática se centra en la zona configurada por parcelas privadas colindantes con la marjal sobre las que no actúa de forma regular la empresa concesionaria de los tratamientos.

Zonas en la que, según las normativas medioambientales de la Unión Europea, no se puede actuar de forma aérea ya que esta práctica está prohibida a menos de 50 metros de cualquier vivienda. En todo caso se recordó a los alcaldes que las fumigaciones generalizadas con avioneta están prohibidas por las citadas normas y sólo es posible el tratamiento localizado mediante helicóptero en aquellas zonas autorizadas previamente conforme a los planes de actuación aprobados para cada municipio. Es en estas zonas sobre las que hay que centrar una actuación terrestre que en primer lugar pasa por detectar los focos de larvas para actuar sobre ellas.

Para hacer posible esta actuación se estudiarán acciones tendentes a lograr una mayor coordinación entre los propios ayuntamientos y entre estos y la administración.

En ese sentido el Director Territorial de Presidencia de la Generalitat, Adolf Sanmartín, manifestó que se va a estudiar la viabilidad de crear brigadas de prevención y mantenimiento para minimizar la proliferación de larvas y, en su caso, actuar de forma urgente en el territorio cuando las condiciones meteorológicas que propician su aparición lo hagan necesario.

Según Adolf Sanmartín, «la voluntad del Consell es ayudar a los ayuntamientos a tratar una problemática que es real y a la que éstos no pueden hacer frente con sus propios medios. Se trataría de analizar si podría resultar operativa una fórmula de actuación similar a la que se ha ejecutado con las brigadas de prevención de riesgos en la interfaz urbana. Se trata de un problema que escapa al ámbito y a las posibilidades de los propios ayuntamientos y este Consell siempre ha mostrado su voluntad de colaborar con los gobiernos locales en la resolución de sus problemas».

Una posibilidad que, en el caso de prosperar, estaría abierta a la colaboración de otras entidades como la Federación Valenciana de Municipios y Provincias o la propia Diputación de Castelló.