El Ayuntamiento de Castelló estrenó hace un año la «superisla» en el barrio de la Maestría, un nuevo concepto de movilidad que persigue pacificar el tráfico en sus calles. Ahora ampliará este modelo al Raval de la Universitat Jaume I. En la actualidad, un importante número de alumnos y trabajadores se dirigen al campus universitario por el interior del barrio. El objetivo del gobierno municipal es sacar este tránsito de la zona y derivarlo a los viales que lo circundan como la carretera de Borriol y avenida Sos Baynat. Por un lado, impedirá el acceso recto en la calle José María Mulet a partir de la avenida Honori Garcia, y por otro, en el cruce de las calles Jesús Martín y Martín y Botànic Cavanilles cuando se inaugure el puente del río Seco.

La asociación vecinal del Raval de la UJI celebró en la tarde del jueves una asamblea extraordinaria para abordar el proyecto de «supermanzana» y, según la presidenta, Lidón de Juan, la mayoría de asistentes aplaudió esta iniciativa al disminuir la circulación de coches.

Fuentes municipales destacan que la «supermanzana» pretende evitar que el barrio sea atravesado por el tráfico de paso. Para ello se colocarán bolardos en José María Mulet a la altura de la avenida Honori Garcia, con lo que los coches no podrán seguir recto hasta la UJI y estarán obligados a girar a la derecha para desembocar en Sos Baynat.

En el caso del puente del Riu Sec, cuando entre en funcionamiento-en torno a marzo de 2019-los vehículos tendrán que girar a la derecha en el stop que existe en estos momentos en el cruce entre las calles Jesús Martín y Botànic Cavanilles. En este sentido, los vecinos piden al ayuntamiento que habilite los bolardos cuando el puente esté operativo. Desde el Raval lamentan que el equipo se niegue a prohibir el paso de vehículos en el citado paso elevado.

Consolidación en Barcelona

Barcelona impulsó la «supermanzana» en Poble Nou en 2016. En un primer momento hubo críticas de los vecinos por las dificultades para acceder en coches, pero transcurridos dos años el barrio no solo ha puesto fin a su malestar sino que ha visto cómo esta medida ha supuesto una importante mejora en su entorno. Como muestra, en solo dos años la cifra de comercios ha pasado de 65 a 85.