Manzanas de «morro de yebra» o de «poma del ciri» o la «azarolla» son frutas que se cultivaban antaño en Castelló y que con el paso de los años quedaron sumidas en el olvido. La tienda la Frutería de Castelló ha recuperado variedades que habían dejado de consumirse. Ofrece productos de pequeños agricultores, especialmente de municipios de la provincia de Castelló. Su apuesta por la calidad y por la agricultura de proximidad acaba de ser reconocida por los prestigiosos premios Golden Gold de Val Venosta.

La Frutería está situada en la ronda Mijares número 60 y está decorada con motivos rústicos y antiguas herramientas del campo. Ha sido elegida como la mejor frutería de barrio de España. El comercio de la capital de la Plana ha vencido en una competición a la que se han presentado más de 2.400 establecimientos de toda España.

Los galardones de Golden Gold nacieron en 2014 con el objetivo de distinguir a los comercios más exigentes en categorías de Mejor Frutería de Barrio, Mejor Frutería de Mercado y Mejor Frutería de Grandes Superficies.

La Frutería de Castelló es la primera tienda del ramo de la provincia de la que se tenga constancia de la obtención de este premio. Supone un aldabonazo para un sector del comercio minorista que desde hace años sufre la bajada de persianas.

El propietario de la Frutería es Manuel Segarra, quien la gestiona junto a su pareja Pilar Palacios. Manuel lleva al frente de la tienda cerca de 30 años. Su madre la puso en marcha anteriormente tras empezar a vender, al igual que otros muchos agricultores, en la puerta de su casa. Su hijo continuó con el legado y en la actualidad es una de las fruterías señeras de la capital de la Plana. Su clientela «valora la calidad y que ofrecemos primeras marcas y productos de proximidad», subraya Pilar. La Frutería dispone de frutas y verduras de una docena de pequeños agricultores. Hay de Sant Joan de Moró, Moncofa, Benlloc, Almassora, Torreblanca o Cabanes, entre otras localidades. También hay robellones del Pirineo o granadas de Alicante, así como frutas tropicales (cocos de Panamá).

En el establecimiento se pueden encontrar 17 variedades diferentes de tomates o 27 de manzanas. «Colaboramos con agricultores de la zona y recuperamos frutas desaparecidas», remarca Manuel.