Orpesa despidió ayer las fiestas patronales en honor a la Mare de Déu de la Paciència tras 10 días de celebraciones, a los que hay que sumar las seis jornadas de la semana cultural. En total, 16 días que se cerraron ayer con las últimas sesiones taurinas y encierros y el multitudinario encuentro de bolilleras, entre otros. La lluvia también se convirtió en inesperada protagonista al impedir la celebración de los eventos programados para la tarde.

La jornada arrancó ayer con el encierro de la mañana con la ganadería de Alberto Garrido de Orpesa, que estuvo precedido por el reparto de chocolate entre los asistentes. Además, los aficionados al ciclismo participaron en una ruta ciclista por el término municipal.

Uno de los actos más multitudinarios del día fue el encuentro de bolilleras, en el que participaron agrupaciones de Vila-real, Castelló, el Grau, Sant Joan de Moró, Vinaròs, Almassora, Torreblanca, Vall d'Alba, Puçol, Borriol, Nules, Cabanes, Quart de les Valls, Sagunt, Albalat dels Tarongers, Reus, Cabanes, Sant Mateu, Segorbe y Orpesa.

La ganadería de Miguel Parejo de Cabanes protagonizó el encierro y prueba del mediodía. Aunque estaba incluido en el programa, la sesión taurina de la tarde tuvo que suspenderse por la lluvia. El castillo de fuegos artificiales a cargo de la pirotecnia Rausell de Bétera puso el punto final a las fiestas patronales.