En la antesala de su adiós [provisional] a la política activa, Javier Moliner, presidente de la Diputación de Castelló, del PP, sacó ayer pecho de su etapa al frente de la corporación provincial a la calificó con los términos de «próxima y útil». Moliner no se olvidó del contexto político actual y alertó de riesgo, según él, para la economía del pacto PSOE-Podemos al frenar la competitividad de las empresas. Sobre la subida del salario mínimo interprofesional fue aún más tajante: «Generará más paro».

Javier Moliner inauguró ayer el nuevo ciclo de Desayunos del Casino Antiguo. El presidente de la corporación estuvo arropado por un aluvión de cargos orgánicos y públicos del PP, encabezados por la presidenta regional, Isabel Bonig, representantes de instituciones y destacados empresarios de la provincia.

Moliner, que no optará a la reelección, insistió en que da por «concluido un ciclo político» y apenas dio pistas sobre su inmediato futuro. En este apartado solo dejó claro un aspecto: «No tengo ninguna voluntad de influir en quién será mi sucesor, para eso están los órganos del partido».

Moliner volvió a justificar la acción política de la diputaciones, «siempre que se haga, como hemos hechos nosotros, desde proximidad y la utilidad», precisó. El titular de la institución provincial señaló que, a su juicio, la próxima convocatoria de las elecciones municipales «tiene que deparar gobiernos locales más sensatos y menos radicales».

En el plano nacional, el titular Moliner señaló que el pacto PSOE- Podemos está abocado al fracaso y que será un freno «para la competitividad de las empresas». «Ya estamos viendo que, dentro del marco de acuerdos, el más fácil de alcanzar era el de Podemos. Era tan fácil como escribir en un papel cosas que luego difícilmente pueden cumplirse porque el resto de lo que piden son las llaves de la cárcel para abrir las puertas o concesiones separatistas imposibles de asumir», explicó.

Moliner puntualizó que respetar los acuerdos que alcancen unos y otros «aunque tenga la absoluta certeza de que están equivocados, como es este caso. El hachazo fiscal que prevé ese acuerdo de presupuestos es sin duda la muerte a la competitividad de nuestras empresas y a la productividad de un país».

Moliner estuvo arropado por los principales cargos orgánicos del PP, con la presidenta regional, Isabel Bonig, a la cabeza. La presentación de Moliner corrió ante el auditorio corrió a cargo de la deportista Laia Cañes, subcampeona del Mundo de Trail Running.

En su exposición, Moliner describió, en primer termino el contexto en el que llegó al cargo, allá por 2011 «cuando más cuestionadas estaban las diputaciones y se cernían nubarrones sobre nuestra pervivencia». «Pero nosotros lejos de atrincherarnos, optamos por recuperar la confianza de los ciudadanos y apostamos por una administración próxima, útil y líder», dijo. «Y por un nuevo estilo de gobernanza, basado en la transparencia, el diálogo y el consenso, para recuperar la credibilidad» añadió.

Fruto de esa forma de gobierno, según Moliner, la apreciación de los ciudadanos sobre la utilidad de la institución «ha pasado de un 35% a un 68%».

El presidente de la Diputación resaltó el «esfuerzo» para sanear las cuentas de la corporación. «Y ello no ha permitido ser la Administración, pese a que nuestro presupuesto es mucho menor que el de Consell o el Gobierno, que más invierte en la provincia, con 100 millones de euros en el presente mandato».

El presidente de la Diputación explicó que la proximidad a los pueblos y la implantación territorial de la Diputación fueron dos factores clave que permitieron al Gobierno Provincial ya en 2013 ser los primeros en abordar la problemática de la despoblación a través de la puesta en marcha de su proyecto #Repoblem.

Moliner insistió en el trabajo de su equipo de Gobierno por hacer de la Diputación de Castelló una institución útil, próxima y líder responde al objetivo final, tal y como ha explicado, de «empoderar a esta tierra y a sus gentes, convencernos que estamos llenos de oportunidades. Que la agricultura, la cerámica, el turismo y las tecnologías tienen muchas alegrías por dar. Convencernos que otros sectores emergentes tienen cabida en esta tierra diversa», concluyó.