El Castellón avanza por el campeonato directo a los libros de Historia. El problema es el capítulo que le pertenece: el de los récords de empates consecutivos en Liga. Lleva siete empates seguidos el Castellón porque ayer para variar sumó otro, el 1-1 con el filial del Valencia, y acumula ocho en el total de las nueve jornadas disputadas. De empate en empate y en un 'sí, pero no' eterno, malvive sin victorias en los hábitos de la zona de descenso.

El Castellón-Mestalla de ayer fue durante el primer tiempo 'eso que pasaba mientras Hicham tenía ocasiones'. La primera fue en el minuto 8. José Carlos enroscó un pase dulzón y a Hicham, solo frente al portero, se le escapó el control. Un señor mayor de Tribuna se levantó, tomó aire y gritó: «¡Burro!»La segunda fue parecida, en el minuto 10, e Hicham la resolvió mal con la zurda. El señor mayor volvió a saltar del asiento y señaló al campo y al banquillo: «¡Pero quita a este tío ya, pero quita a este tío!» La tercera fue en el minuto 33 e Hicham volvió a fallar. El señor mayor ya ni se levantó: se llevó una pipa a la boca, crujió la cáscara, suspiró y le dio con el codo al de al lado, en plan te lo dije, en plan ya lo sabía yo, en plan bien claro te lo estoy diciendo. La cuarta fue en el minuto 34 y entonces sí, entonces Hicham recibió de Máyor en el área y batió al portero por bajo. El señor mayor fue el último en levantarse, con el júbilo alrededor: sonrió, saboreó el momento y enseñó cuatro dedos girando sobre sí mismo: «¡Cuatro, cuatro!» Cuatro dedos como cuatro ocasiones que había necesitado Hicham.

Estampas de Castalia para el recuerdo.

El Castellón-Mestalla fue también un concurso de Merentiel a balón parado. En el minuto 18 tuvo una falta inmejorable en la frontal y la tiró contra la barrera. En el 28 tuvo otra parecida y debió decirse que no, que nada de barrera: la tiró directa a la grada superior. Aún le dio tiempo a colgar una falta lateral pasadísima antes de, entonces sí, acreditar el pie que le da fama en Youtube. En el 37 Merentiel tensó un córner que cabeceó Fran Navarro al rincón y sin apenas saltar, para firmar el 1-1 antes de que pesara el 1-0 de Hicham.

Entre unas cosas y otras, el partido fue entretenido. Domingo a las cinco, tarde soleada pero fresca y gradas casi llenas, fue un duelo como de otro tiempo. En el primer acto casi todo pasó a la sombra de Tribuna. La primera la tuvo el lateral Yarik, con una subida con tiro que tapó Emilio Bernad. Por contra, en defensa sufrió el lateral albinegro, huérfano de ayudas. En el Mestalla, el lateral Centelles hizo largo el carril. En el minuto 7 exigió la primera parada de Álvaro Campos. Centelles se compinchó con el diabólico Álex Blanco. En el 16 levantó un centro templadito que Merentiel cabeceó alto. Por ese costado replicó el Castellón, porque lo que José Carlos te quita en una área, te lo da en la otra. Bernad voló para desviar un disparo combado de José Carlos, que de seguido botó un córner que Castells remató bien, rozando el gol.

Segunda parte

Las alegrías del primer tiempo se enredaron en el segundo. El partido subió de temperatura, y el Castellón se vino arriba pero perdió el control por el camino. El control y el cuajo. El Mestalla olió la sangre, pero le faltó colmillo. Con dientes de leche, Álex Blanco y Merentiel eligieron mal en transiciones diáfanas sobre la pradera libre de Castalia. Si alguien estuvo cerca de ganar, fue el filial del Valencia. Álvaro Campos volvió a ser el salvador de los orelluts: ya lo fue antes del descanso en un mano a mano con Esquerdo, y luego le sacó un gol a Fran Navarro, a la media vuelta, y otro al mismo Esquerdo tras un testarazo cruzado.

El Castellón replicó con más ruido que sustancia. Un remate centrado de Cubillas, un tiro malo de Verdú. Nada, ni bien ni mal, ni una cosa ni la otra. Pitos y palmas, otro empate en casa y qué pasa. Lo de siempre pasa.