El Villarreal CF, que ante el Atlético de Madrid ofreció una mejoría considerable en el Estadio de la Cerámica, afronta esta semana un importante enfrentamiento de la Liga Europa. El equipo que dirige Javi Calleja recibe en su feudo al Rapid de Viena al que necesita ganar de forma casi obligatoria para no complicarse más la existencia en la competición europea. Los dos empates cosechados en las dos primeras jornadas de la fase de grupos contra el Rangers y el Spartak de Moscú dejaron al submarino dependiendo de sí mismo, pero con la obligación de ganar sus próximos compromisos para mantenerse en liza y acceder a la siguiente ronda de la competición.

Si el Villarreal es capaz de ganar el jueves al Rapid de Viena conseguirá mantener su buena racha de resultados contra equipos austríacos y, además, acabará con la peor racha europea sin ganar como local de su historia. Por si todo esto y los tres puntos fueran poco, el triunfo también permitiría a Javi Calleja celebrar su primer triunfo ante su afición en el viejo continente.

Y es que la última victoria del Villarreal se produjo en septiembre de 2017 cuando se impuso por 3-1 al Astana bielorruso en la fase de grupos de la Liga de Europa. Desde entonces, el balance ha sido de dos derrotas y dos empates con cuatro goles a favor y seis en contra.

El equipo villarrealense firmó tablas ante el Glasgow Rangers (2-2) en la primera jornada de la presente temporada y el curso pasado también empató contra el Slavia de Praga (2-2) y cayó frente al Maccabi de Tel Aviv (0-1) -en la fase de grupos-, mientras que en la eliminatoria de dieciseisavos de final también sucumbió por la mínima contra el Olympique de Lyon (0-1).