El discurso de David Gutiérrez es siempre el mismo y quizá el técnico del CD Castellón lo debería ajustar más a la realidad. Nadie duda de que con él el conjunto albinegro ha experimentado una ligera mejoría, pero los resultados no avalan el trabajo del entrenador. Ni tampoco las justificaciones que se dan en sala de prensa cuando se afirma que «ante el Cornellà, Teruel, Atlético Levante y Mestalla tuvimos las mejores ocasiones y merecimos más». Sin mencionar que el portero Álvaro Campos le salvó de la derrota en prácticamente todos esos partidos, incluso el rival tuvo igual o mayor número de ocasiones que los de la capital de la Plana.

La cruda realidad es que el entrenador valenciano lleva cinco partidos en el banquillo y ha sumado cinco de los quince puntos posibles. Su antecesor Sergi Escobar estuvo cuatro jornadas al frente de la nave y sumó tres. Este CD Castellón actual es cierto que ha ganado fortaleza defensiva, pero sigue con unas tremendas lagunas en el centro del campo y en la delantera. Y a todo ello, gracias a los rivales que le han perdonado la vida o porque el mejor futbolista de esta plantilla con diferencia, Álvaro Campos, ha evitado que se encajen más derrotas.

Se cerró un calamitoso mes de septiembre y ahora octubre va camino de ser más de lo mismo. El conjunto castellonense está a dos puntos del colista, que tiene cinco puntos, a dos de la salvación, a siete de la cuarta plaza y a once del actual líder Hércules, que cuenta con 19 puntos por los ocho de los castellonenses.

La afición empieza a impacientarse porque no quiere que su equipo sea carne de cañón después de haber logrado abandonar la Tercera División después de demasiados años en dicha categoría. Empantanarse en la zona baja de la tabla obliga a un sobreesfuerzo para salir a reflote. Y tiempo hay, pero ya se ha consumido un cuarto del campeonato doméstico en el grupo III de Segunda División B

La preocupación va más allá y muchos se preguntan si el eqiupo puede dar más de sí o si, de lo contrario, lo que se ha visto hasta la fecha es de lo único de lo que es capaz. Cabe recordar que el encargado de sacar al equipo de la zona baja es el actual el inquilino del banquillo albinegro, al que la temporada pasada se le escurrió su equipo de las manos (el Atlético Saguntino) y acabó siendo destituido él y el conjunto romano descendiendo a Tercera.

Urge ganar ya. Y el domingo al CD Castellón le espera el Badalona, quien marca el corte de la salvación con diez puntos.