«A pesar de lo mucho que me gusta este campo y lo bien que se me da, nunca había pensado que podía ganar tres veces, sobre todo después tantos segundos puestos en el Volvo Masters. La gente puede creer que solo por venir está ganado, pero no es así. Valderrama es muy exigente y me siento afortunado por jugar como he jugado». Así de sincero se mostraba Sergio García tras proclamarse con autoridad el vencedor del Andalucía Valderrama Masters gracias una vuelta de 69 golpes y cuatro de ventaja sobre el segundo clasificado, Shane Lowry. El borriolense prolongaba así su idilio con el campo andaluz, un recorrido en el que siempre aflora la magia de su mejor juego.

Tanto es así, que la de ayer es su tercera victoria consecutiva de Sergio García en el torneo, una hazaña con pocos precedentes en el Circuito Europeo: solo Colin Montgomerie lo consiguió en el BMW PGA Championship 1998-2000 y Tiger Woods en el Bridgestone Invitational 2005-2007. El valioso triplete es también su victoria número 40 en torneos profesionales celebrados por todo el mundo.

«Todo empezó a mejorar en Greensboro. Cambié las varillas de las maderas Callaway y eso me dio un extra de confianza. Además, el trabajo que llevaba haciendo durante todo el año fue dando fruto. Ha habido momentos duros porque era un año Ryder y veía que se me escapaba. Eso es frustrante teniendo en cuenta lo que significa para mí», reconoce el golfista, quien no duda en añadir que «durante unos tres meses no salía nada. Lo único que puedes hacer en esos casos es seguir trabajando. Afortunadamente tengo una mujer, una hija y una familia que siempre me apoyan. Gracias a eso ahora estamos en una situación mejor».

Y es que la de Valderrama es su segunda victoria en una temporada irregular (Open de Singapur), séptima victoria del Circuito Europeo en suelo español después del Open de España 2002, el Mallorca Classic 2004, el Castelló Masters 2008 y 2011, y el Andalucía Valderrama Masters 2011 y 2017.

Tan solo Shane Lowry fue capaz de amenazar la ventaja de cuatro golpes que Sergio García lograba en la segunda vuelta con su espectacular tarjeta de siete bajo par. Por fortuna, un error del irlandés permitió al borriolense sellar la victoria y prolongar su idilio con Valderrama.