El alcalde de Vila-real, José Benlloch, presidió ayer una reunión de balance del Gabinete de crisis por el último episodio de lluvias torrenciales, en la que quiso trasladar el «agradecimiento en mayúsculas» a los diferentes servicios municipales que trabajaron coordinados para atender las incidencias surgidas durante las lluvias, que dejaron 111 litros por metro cuadrado en la ciudad. La gestión de la crisis, que se salda con un balance positivo, servirá ahora como punto de partida para mejorar los protocolos de actuación ante este tipo de emergencias e incorporarlos a un plan territorial de respuesta a estas situaciones. Benlloch comentó que «con toda la información recogida vamos a trabajar para mejorar los procedimientos y establecer protocolos claros de actuación que nos permitan ser todavía más eficaces».

La experiencia y evaluación de la gestión de esta situación de emergencia servirá ahora para la convocatoria de una mesa técnica, coordinada por el oficial de la Policía Local Adrián Hierro.