Cuando el Heraldo de Castellón se hacía eco de alguna noticia referida a los pueblos de la diócesis de Tortosa lo hacía bajo el paraguas genérico de «comarcanos». Recuérdese que gran parte de la provincia perteneció a este episcopado catalán, desde antes incluso de la conquista de Jaime I hasta el año 1960, y a los castellonenses todo lo que acontecía a las riberas del Ebro de alguna manera también les atañía o era digno de su consideración.

Con la moderna división eclesiástica y la posterior implantación del mapa autonómico -a excepción de los municipios de la autodenominada Taula del Sénia- a nadie parece interesarle lo que ocurre en ese norte limítrofe que históricamente estuvo tan vinculado a nosotros, aunque solo fuera por las vidas de los seminaristas que migraron a estudiar a Tortosa.

La primera noticia comarcana (ahora ya extracomarcana) hace referencia a un juego electrónico que tiene como escenario las tierras del Ebro y que se ha convertido en todo un fenómeno viral. A la manera de un Mario Bross, y superando a los clásicos caramelos de Candy Crush, Paco Lo Panxut, así se llama su protagonista, ha llegado al mercado de las apps y las consolas causando furor entre los consumidores de ocio digital de la zona. El personaje, según los realizadores Piñol y Adell: «és un pagès tradicional que ha de recollir objectes, superar obstacles i lluitar amb enemics per travessar cada poble i superar nivells. Hi ha dues modalitats de joc: el mode Història, que és lineal i comença des del Mas d'en Verge, la població més al sud, i el mode Infinit, que es pot jugar a partir de qualsevol poble i per tant de qualsevol nivell».

La música del videojuego la ha creado David Mauri que naturalmente ha adaptado para la banda sonora la mayoría de jotas de los pueblos en formato de 8 bits. El primer día, Paco Lo Panxut tuvo 6.000 descargas -el 94% procedente de la actual diócesis dertosense- y, según los promotores, esperan consolidar su posicionamiento hasta llegar a conseguir 50.000 usuarios en los próximos meses; momento en que, sin duda, esperan poder expandir su producto por el vecino sur, por Els Ports de Morella y por todo el Maestrat.

El otro eco ultracomarcano, lo traemos hasta estas páginas dominicales de la mano de Albert Solé, quien recientemente informó en el Diari de Girona sobre un nuevo concepto: «fer un Tortosa». El periodista lo explicaba así: «Entre el llacisme (el independentismo) ha fet fortuna l´expressió ´fer un Tortosa´. Pel que sembla, va néixer en una visita que polítics de Ciutadans feien en aquesta ciutat, un dia que els llacistes, en lloc d´anar a increpar la líder del partit que va treure més vots en les darreres eleccions catalanes com fan habitualment, van decidir ignorar-la. Els va agradar tant el que van fer que ara ´fer un Tortosa´ s´aplica a tota situació similar, a ignorar els adversaris.». Como podemos comprobar por esta noticia, la antigua diócesis -ahora extinguida- mantiene vivo un vínculo invisible entre las ciudades de Tortosa y Castelló, ambas siguen siendo las

capitales del meninfot.