Una generosa matinal otoñal fue el marco perfecto para que los castellonenses, un año más, rindieran ayer homenaje a sus familiares enterrados en el cementerio municipal de Castelló. Miles de familias acudieron al camposanto de San José para cumplir con este ritual, que marca el Día de Todos los Santos. «Todos los años cumplimos con esta cita», señalaba María, mientras limpiaba la tumba para luego depositar el ramo de flores.

El favorable ambiente meteorológico fue el mejor aliado para que las familias se desplazarán hasta el fosar municipal. Unos iban a pie, otros en vehículo particular o en autobús. Este último medio fue la alternativa elegida por las personas que tenían la intención de visitar el cementerio nuevo y el viejo.

Desde primeras horas de la mañana y hasta el anochecer, las galerías del cementerio eran un autentico reguero de personas que rendían homenaje a sus seres queridos fallecidos. Y ante todas las fosas se repetía el mismo ritual. Los familiares limpiaban primero con esmero las lápidas y los nichos. Luego retiraban los restos de flores que habían depositado con anterioridad y en su lugar colocaban los nuevos ramos de flores, entre las que predominaban los claveles.

Muchos de los que ayer visitaron el cementerio de Castelló compraban los ramos de flores en los puestos ambulantes emplazados en los aledaños del camposanto. A juicio de los responsables de los puestos, la jornada no resultó muy positiva. «Tenemos menos venta que el año pasado», dijo Juan. «Las últimas lluvias torrenciales han influido negativamente, porque han encarecido el producto un 25%», añadió.

Los actos oficiales del Día de Todos los Santos en el cementerio comenzaron con la misa oficiada por el obispo de la Diócesis de Segorbe-Castelló, Casimiro López.

Sobre las 12 horas, el ayuntamiento, realizó un homenaje a las víctimas del cine La Paz en el centenario de la tragedia, con una ofrenda de flores ante el mausoleo, en el que están enterradas las 21 víctimas (20 niños y un soldado).