El instituto de Almenara y el centro rural asociado (CRA) de Forcall son otros dos centros que también urgen un educador de educación especial y cuya plaza también se ha declarado de difícil cobertura. Estos casos se suman al del IES de Els Ports donde esta figura también está ausente. La Conselleria de de Justicia, Administración Pública y Reformas Democráticas publicó ayer el anuncio de «difícil cobertura» de tres plazas de educador de educación especial en Morella, Almenara y Forcall.

Tal como se recoge en el anuncio, los tres contratos son de media jornada, circunstancia que dificulta que sean cubiertas. Desde la Conselleria de Administración Pública explican que los puestos de trabajo pueden ser rechazados por los aspirantes si así lo consideran. En el caso de Forcall, municipio de la comarca de Els Ports, se suma la distancia, otro hándicap que ocasiones problemas para que la plaza sea cubierta.

El plazo para optar a estas tres plazas es de un máximo de cinco días y, en el caso de que no se cubran, volverá a publicitarse hasta que se consiga dar cobertura. Desde Administración Pública, conselleria que dirige Gabriela Bravo, muestran su deseo de que se pueda cubrir cuanto antes por su evidente «necesidad».

Los maestros de educación especial trabajan con niños con discapacidad física, auditiva o visual, o con dificultades emocionales, de comportamiento o de aprendizaje. Gracias a los educadores, estas personas disponen de una atención personalizada que facilitan su inclusión en las aulas de los colegios e institutos públicos. En el caso del IES de Els Ports, hay un alumno con Trastorno del Espectro Autista (TEA) que, hasta la semana pasada, estaba siendo atendiendo por la profesora de Religión. No obstante, desde el lunes la docente también tiene que impartir clase en Sant Mateu y no se puede hacer cargo del niño.

Lamentablemente, y según apuntó el director del centro, Francisco Monfort, esta situación no les pillaba de nuevo ya que el curso pasado también empezó sin educador y no fue esta el mes de diciembre cuando les asignaron uno. El educador cambió de lugar de trabajo y, este año, aprovecharon que la profesora de Religión solo tenía trece horas lectivas para completar su horario con la atención al menor.

No obstante, según cuenta el director, el profesor de Religión de Sant Mateu ha sido desplazado a Alcalà de Xivert y la profesora de Els Ports tiene que cubrir su baja. Como consecuencia, y desde el lunes, el alumno con TEA no tiene ninguna persona que pueda atender sus necesidades, sino que tendrán que ser el resto de profesorado y dirección quienes se ocupen de él.

El equipo docente ya está acostumbrado a asumir tareas extras ya que, además de carecer de educador, el centro tampoco tiene conserje.«Lo llevamos todo gracias a la buena voluntad del profesorado, la dirección y el personal de administración», dice el director.