En el restaurante San Rafael, la alquimia de los fogones se repite cada día. El establecimiento, un santuario de los almuerzos en Benicarló, abrió sus puertas en el año 1987, y desde entonces ofrecen una cocina tradicional que, gracias a la evolución y voluntad de innovación, ha convertido en un arte exigente la gastronomía de paladar más popular.

El Rte. San Rafael estuvo regentado en sus inicios por Antonio y Elvira, un matrimonio del vecino pueblo de San Rafael del Rio que quiso cambiar su vida e instalarse en Benicarló. La idea cuajó y se materializó en un negocio próspero en el que Elvira, al frente de la cocina, demostraba cada día su gran pasión por la gastronomía tradicional, de proximidad y casera. Fue allí también donde conquistó la magia de los suquets benicarlandos de la mano de los marineros, fieles parroquianos que almorzaban en el establecimiento a diario. Su hijo, el chef Iván Alemán, que actualmente está al frente del negocio, recuerda que con una pequeña brasa asaba las alcachofas, incluso antes de que el producto estrella de la población disfrutara de su Denominación de Origen. Otros ingredientes que trajinaban en la cocina del San Rafael eran los embutidos de la zona y el cordero, «con dos fogones cocinaba a diario para todos los comensales que iban a degustar el menú y los almuerzos», explica Iván poniendo el acento en los recursos de la época. Mientras tanto, Antonio se convertía en el tándem perfecto y atendía con su buena mano a los clientes en la barra.

Ampliación del negocio

En junio de 1999 decidieron ampliar el negocio hasta su ubicación actual ampliando la brasa y cocina para poder dar un mayor servicio a la gente que les visitaba, con un comedor reservado para pequeñas celebraciones. Fue así como la trasformación permitió ampliar los comensales de 50 a 130.

Hoy, casi 30 años después, el restaurante ha vivido una nueva reforma. Una decoración cálida, creativa y moderna ha cambiado el rostro del restaurante, aunque no su esencia, que sigue siendo la bandera de un local entrañable.

La personalidad de la nueva generación se ha sumado a la herencia gastronómica. Iván, profesional de la cocina con un currículum que atesora varios premios del Pincho de la Alcachofa, intenta continuar con esa pasión y amor por la cocina que le inculcó su madre, arquitecto de sabores, intenta deleitar a sus comensales tras la reapertura del nuevo San Rafael, «ahora tiene un aspecto vanguardista e industrial, que evoca aires de ciudad, donde nuestros clientes, además de los tradicionales almuerzos y cremaets, pueden degustar un menú diario variado a low cost y también arroces, guisos y tapas de autor». Un local sorprendente que no pierde de vista la cocina humilde, de proximidad y territorio.

Un espacio muy participativo

El San Rafael es también un restaurante muy activo. Entre sus pinchos, tapas, platos de menú y especialidades de la carta, está siempre presente en los principales eventos de la localidad. Una de las citas ineludibles son las Jornadas de la Alcachofa, en las que lleva participando desde el año 2011 y en las que ya ha obtenido 7 premios, lo que lo ha convertido en un referente y en un local de visita obligatoria en los meses de enero y febrero, cuando la alcachofa esté en su máximo esplendor.

Iván Alemán también es el presidente de la Asociación BBC (Asociación Benicarlanda de Bares y Cafeterías) y recientemente elegido presidente de la Agrupación de Restaurantes de Benicarló, también es miembro de la Comisión de Fiestas desde la cual cada año participa y se responsabiliza del Mesódromo (mesón de la tapa).

Por último, entre los fogones de la cocina, Iván muestra su. De ahí que en su cocina, además de los productos locales y de proximidad, hay un apartado de fusión, con platos inspirados en sus viajes, repletos de técnica y sabor. Una experiencia para el paladar.