El Castelló vivió una semana horribilis con el anuncio del economista Javier Felip y del abogado Federico Olucha de abandonar el consejo de administración del equipo albinegro por discrepancias con su presidente, Domingo Tárrega.

Olucha anuncio su decisión de no seguir formando parte del consejo de administración del Castellón por carta, algo que, según publicó Levante de Castelló el 5 de noviembre de hace un cuarto de siglo, «ha cogido por sorpresa al presidente Tárrega y sus compañeros de gestión, que han criticado el modo en que les ha sido comunicada tal decisión, sin dar la cara».

Pocos días después de la marcha de Olucha, exactamente la noche del 8 de noviembre de 1993, llegó la dimisión de Javier Felip, quien lo hacía en su doble condición de consejero y de vicepresidente del Club Deportivo Castellón y, además, según puntualizó él mismo, tenía carácter «irrevocable».

Con la marcha de Olucha y Felip, la composición del consejo de administración del Castellón volvía a ser la misma «que afrontó el proceso de reconversión del club en sociedad anónima deportiva, con la lógica salvedad de José Vicente Rovira Selma, por el fallecimiento de su padre». El Castellón estaba inmerso en un complicado proceso de ampliación de capital social «que parece que no vaya a cubrirse, con lo que la amenaza de suspensión de pagos y disolución de la sociedad comienza a tomar forma».