Frenazo. El Villarreal B, plagado de bajas, perdió en casa ante el Olot en un partido donde los vila-realenses estuvieron muy mal en la primera parte y que mejoraron tras el descanso, en especial con los cambios introducidos por su entrenador en el intermedio. Akale igualó el marcador nada más arrancar el segundo tiempo y cuando más y mejor estaban los vila-realense, un polémico penalti por presuntas manos de Simón Moreno derivó en el definitivo 1-2 anotado por Marc Más

Salió mandando el equipo de la Garrotxa ante un filial que, con muchas bajas en su once, jugó la primera parte casi a pie cambiado. Estuvo muy incómodo el equipo de Álvarez ya que no cogió el control del partido. El centro del campo estuvo casi siempre bien sujetado por la escuadra visitante. A los cuarenta y cuatro segundos el conjunto de Raúl Garrido avisó con un tiro cruzado de Alfredo. Casi el preámbulo del 0-1.

Héctor Simón, Jordi Masó y Pedro del Campo llevaron la voz cantante. Al filial le costaba ligar jugadas. Faltaban ideas en la medular, y también fuerza. Todos los balones se los llevaron los de Olot, que por momentos andaba sobrados. En los veinte primeros minutos el Villarreal B corrió detrás del balón, cosa poco habitual. El segundo aviso fue un cabezazo cruzado de Marc Más, por la derecha de Diego Fuoli. Superado el cuarto de hora llegó el 0-1.

Nadie supo ni pudo frenar la acción visitante que arrancó por la zona defensiva izquierda del filial amarillo, llevada por Alfredo. El balón estuvo un buen rato dentro del área, la dejó pasar Marc Más y el cuero le llegó a Chavarría y el de Figueres sólo tuvo que enviar al fondo de las mallas. Nadie le marcó. Él sí que anotó.

Con ese gol retrasó unos metros el Olot y fue cuando el Villarreal B tuvo algo más de posesión, pero en la medular todo de diluía. Balones rifados, balones perdidos, la fuerza y la garra de los rivales hacía que todo el juego se perdiera en el limbo. Muy mal. Lo mejor que le podía pasar el partido es que llegara el descanso para ver si el técnico Miguel Álvarez adoptaba alguna decisión.

Con esa mínima ventaja para los gerundenses se llegó al final de una primera parte muy deficiente, aunque justificada por las siete bajas que presentaba la escuadra de la Plana Baixa. Y el segundo tiempo arrancó con dos cambios. Se quedaron en el vestuario Mario y Mesa, siendo reemplazados por Akale y Simón Moreno.

Y la primera llegada al área del Olot llegó la igualada. Jugada que llevada por Quintillà y Simón por la izquierda, en el área Villa la dejó pasar para que el norteamericano Akale con calidad envió el cuero a las mallas. Era el 1-1 y ahí se le abrió el cielo al filial.

Otro partido

Una recuperación de Simón Moreno acabó con un pase a Villa y el malagueño, sólo ante el portero, envió por la izquierda (min. 53). Una lástima. El asedio amarillo siguió. El propio Villa, desde la frontal, envió fuera rozando el palo (min. 57). Se gustaba el equipo de Miguel Álvarez, mejorado con los cambios introducidos en el descanso.

Y cuando mejor estaba jugando el filial, en el minuto 59 Simón Moreno vio como el balón le golpeó en la mano dentro de su área y el colegiado cobró penalti. El penalti protestado lo lanzó Marc Más y anotó el 1-2. Un gol que le hizo daño al Villarreal B. El mazazo llegó cuando mejor estaban jugando los villarrealenses.

A partir de ahí fue un querer y no poder de los chavales del filial. El tiempo volaba en contra de sus intereses. El Olot aguantó bien atrás, con todas las artimañas que le permitió el mal colegiado murciana Campos Salinas. El último cartucho llegó en el minuto 90 con un centro-chut de Pedro Martínez desde la izquierda y el balón se acabó estrellando en el larguero.