La empresa de juegos de mesa Zombi Paella, liderada por Enric Aguilar, tras el éxito conseguido con La Fallera Calavera, ha lanzado al mercado Azakalum. Este nuevo reto de sobremesa, como ya ocurría con el anterior, transpira la estética inspirada en el universo del cineasta Tim Burton (La novia cadáver, Charlie y la fábrica de chocolate...). En este caso, los jugadores de rol, según su creador, tendrán en sus manos a unas brujas autóctonas: la valenciana Vicentica, la catalana Montserrat, la gallega Maruxa, la vasca Kattalin y la andaluza Rocío. Todas ellas se conjurarán en la partida para «hacer frente a la invasión cultural norteamericana», que se manifiesta en Halloween, Santa Claus, San Valentín, el Black Friday y la comida basura. Enric Aguilar explica en las instrucciones que éstas conforman «las tradiciones invasoras de los Estados Unidos, capaces de eliminar las propias».

Es curioso observar como la factoría Zombi Paella emprende la cruzada de estas cinco culturas hispánicas contra el imperialismo yanqui, haciéndola compatible con la potente influencia icónica de Burton, siempre tan extravagante y gótico. Nadie es perfecto: si no puedes con tu enemigo... al menos, imítalo en las formas.

Debate para identitarios

El profesor de sociología y antropología de la Universitat de València Gil Manuel Hernández Martí parecía no estar conforme con esta opinión y entró al trapo en el debate en la red, pero sin enredarse. Reproducimos ahora sus palabras: «El futbol vingué d'Anglaterra, el ioga de l'Índia, el taixí de la Xina, el cristianisme de Palestina, el bidet de França i el jazz dels EE.UU. I el Halloween, una de les versions de la festa de la vespra de Tots Sants, del món celta i anglosaxó, sotmesa a mil canvis i transformacions abans d´arribar ací». Y no conforme con esto, añadía esta autoritas: «No hi ha cultures estrictament locals, si existiren alguna vegada. Tot és un híbrid global relocalitzat, i ara més que mai. Tota cultura és impura i això és una gran notícia. Procurem adaptar dignament eixa realitat cultural híbrida a la nostra identitat com a poble, perquè tenim arrels, encara que si mirem lluny trobarem que arriben a tot el món».

En paralelo a este debate lúdico-festivo, las redes sociales se vieron invadidas por zombis, y no precisamente los de Zombi Paella. Allí, como en las calles, se impuso el «truco o trato», y como en el Un, dos, tres lo peor era que te tocara la calabaza.

*nota: En «Macedonia en la Plana de l´Arc», Vicent Pitarch aparece como responsable del cambio del nombre de las jornadas culturales. No obstante -y a pesar de la opinión de Ferran Sanchis al respecto- él no se atribuye tal mérito.