El Real Valladolid y el Eibar empataron tanto en juego, puesto que ambos tuvieron ocasiones, si bien los vascos aportaron algo más de intensidad, como en resultado, ya que no hubo ocasión de sorprender a los porteros y, por tanto, el partido acabó a cero.

La intensidad fue una premisa para los dos equipos desde el primer minuto con una presión defensiva del Eibar que se hizo evidente, y de la que el Real Valladolid supo zafarse para disponer de una gran ocasión en el minuto 7, tras la internada de Toni en el área que remató Ünal para que detuviera Riesgo en una gran intervención.

Un Riesgo que pasó a ser titular tras lesionarse Dmitrovic durante el calentamiento y que se estrenó con éxito con esa buena parada. Esa oportunidad impulsó a los eibarreses que, tres minutos después, pudo inaugurar el marcador a través de Orellana, que entró perfectamente por la banda pero cuyo disparo detuvo Masip.

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Los de Mendilibar lo intentaron con más ganas en los compases finales, pero las incursiones resultaron infructuosas ante la bien plantada defensa blanquivioleta y la seguridad aportada por Masip, también a balón parado, por lo que se llegó al descanso con el 0-0 inicial. Tras la reanudación, el choque se desarrolló bajo los mismos parámetros que al inicio del mismo, con un Eibar más intenso y con más intención, lo que derivó en una primera oportunidad de Cucurella, y una segunda de Charles.

El Eibar pasó a controlar el ritmo de juego y a asediar con más peligro la meta defendida por Masip, pero fue el Valladolid el que pudo inaugurar el marcador a balón parado, tras una mano de Arbilla que supuso la segunda amarilla, pero su disparo salió ligeramente desviado. De ahí al final, el Eibar aguantó el 0-0.