Los dos policías locales que se toparon de frente con la pelea recogieron del escenario de la batalla todo un arsenal compuesto por nueve palos de madera de 90 centímetros, otros nueve de medio metro, un protector bucal, un trozo de cable de catenaria de color negro, una bengala usada y otra nueva de color rojo.

Se investiga ahora la propiedad de dicho arsenal ya que miembros de la dos peñas que se vieron envueltas en la pelea niegan ser portadoras de todo tipo de armas e insisten en que la pelea fue algo casual y que no habían quedado previamente para pegarse.