Un Policía Local de la Vall d´Uixó ha sido juzgado esta mañana en la secció 1ª de la Audiencia de Castelló por arrestar y esposar a un vecino de la localidad que pretendía cruzar una calle cortada por el una puebra ciclista. El agente ha declarado que arrestó y esposó al hombre ante su insistencia por cruzar la vía mientras la carrera estaba en marcha y que, previamente, se había saltado dos puntos señalizados y vallados que prohibían el acceso a los vehículos.

Mientras, la víctima, ha señalado que llegó al lugar cuando la carrera había terminado y que no dio ningún motivo al agente para su detención. "Me detuvo y esposo porque quiso, y estuve durante 40 minutos con los grilletes hasta que llegó la el coche patrulla de la policía", ha declarado. "Me sentí humillado", ha apostillado.

Al término de la vista oral, el fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones y ha solicitado para el acusado cinco meses de cárcel por un delito contra la integridad moral.

Los hechos sucedieron el 24 de abril de 2010 con motivo del paso por la La Vall de una etapa de la Vuelta Ciclista a Castelló. El agente acusado se encontraba regulando el tráfico en una rotanda, en concreto en la Colonia Segarra. "La orden era no dejar pasar a nadie, y así lo hice", ha manifestado el agente. Según el acusado, el hombre llegó al lugar en una motocicleta con la pretensión de cruzar la calle, "cuando la carrera aún estaba en marcha". "Le informe de los itinerarios alternatiuvos habilitados, pero me respondió que por dónde cojones tengo que ir, si tienes todo cortado y tengo que ir a mi finca", ha añadido.

El policía ha señalado que ante la insistencia del hombre le quitó la llave del contacto de la moto, le requirió la documentación y lo esposó con los grilletes de la mano izquierda al manillar de la moto. "Más adelante, se dirigió hacía con la moto, focejeó conmigo y pegó un golpe en el hombro. Entonces, lo esposé, le leí sus derechos y lo dejé en un punto de la rotonda a la espera de la llegada del coche patrulla", ha añadido.

La víctima ha mantenido una versión diametralmente opuesta. Ha declarado que llegó al lugar cuando la carrera había concluido, que no había ninguna valla que prohibiese el paso y que limitó a preguntar al agente que cuándo le iba a dejar pasar, pero que ni le insultó ni le golpeó. "De repente me esposó y me dejó durante 40 o 50 minutos ante la vista de todo el mundo en la rotonda hasta que llegó el coche patrulla", ha manifestado.